Paisajista comparte su experiencia con el cáncer de piel para crear consciencia sobre el trabajo en exteriores
Shane McCormick, de 47 años, originario de Southampton, fue diagnosticado por primera vez con cáncer de piel en 2017, después de estar trabajando ocho horas al aire libre cada día durante años
Un jardinero paisajista que pasaba ocho horas al día trabajando al aire libre y “nunca se preocupó por usar protector solar” advirtió a otros que sean conscientes de los efectos del sol después de despertar un día y encontrar debajo del brazo un bulto del tamaño de una pelota de tenis que resultó ser un tumor canceroso.
Shane McCormick, de 47 años, quien ahora trabaja como gerente del sector de paisajismo, en un principio fue diagnosticado con cáncer de piel en 2017 después de que le extirparon un lunar, pero pensó que estaba bien hasta que, dos años después, el cáncer regresó de repente y se extendió a sus ganglios linfáticos.
Sometido a cirugía e inmunoterapia, ahora está creando conciencia sobre los peligros de trabajar al aire libre sin protección solar.
Shane, quien vive en Southampton con su esposa estilista, Denise, de 50 años, y sus dos hijos, el maestro Jack, de 24 años, y la trabajadora comercial de construcción, Molly, de 20, dijo: “Fui jardinero paisajista durante 13 años y nunca me preocupé por usar protector solar o permanecer en la sombra”.
“Usaba una camiseta y shorts la mayoría de los días y, si era un día cálido, me quitaba la playera. Creo que la mayoría de las industrias que trabajan en exteriores son así”.
“Supongo que al mirar hacia atrás, desconocía las posibilidades y consecuencias de estar al sol todo el día todos los días”.
Pero fue en abril de 2017 que Shane visitó al médico después de descubrir un nuevo lunar en su espalda.
Él explicó: “Había cambiado de puesto unos ocho años antes, pero el daño de 13 años trabajando al aire libre sin protección solar ya estaba hecho”.
“Me apareció un lunar en la espalda y me apareció una peca en la cara y, para ser honesto, estaba más preocupado por mi apariencia que por pensar que era algo serio”.
Las manchas solares pueden ser inofensivas, pero las marcas que crecen, cambian de forma, cambian de color, causan comezón, sangran o desarrollan una superficie costrosa deben ser revisadas por un médico de cabecera.
Y agregó: “Entonces, cuando fui al médico, fue para ver si podía quitarme la peca de la cara”.
Pero una vez allí, el médico de cabecera de Shane se preocupó por el lunar que tenía en la espalda.
Shane continuó: “Me remitieron al Hospital Winchester, donde me extirparon el lunar en una biopsia”.
“Fue justo antes del fin de semana festivo de mayo de 2017 cuando me pidieron que fuera a recoger mis resultados”.
Shane y Denise iban a salir de vacaciones el fin de semana y se detuvieron en el hospital de camino a Woolacombe para escuchar las noticias.
Shane dijo: “En realidad no esperaba que fuera algo serio. Ni siquiera se lo dijimos a los niños porque pensamos que no sería nada”.
“Pero cuando llegamos, un médico nos llevó a una habitación privada y nos explicó que yo tenía cáncer de piel. Me sentí tan sorprendido. Fue mucho para digerir”.
Cuando las pruebas posteriores revelaron que el cáncer había sido extirpado durante la biopsia, Shane expresa que respiró aliviado.
Él relata: “Después fui a un dermatólogo y en cuanto vio rápido mi espalda, me dijo ‘guau, has convivido mucho con el sol’.
“Fue vergonzoso para mí porque no me había dado cuenta de que sería tan obvio. Fue en ese momento que me percaté de que mi piel estaba bastante dañada”.
Agregó: “Fue una llamada de atención para mí, porque tenía que empezar a proteger mi piel del sol e, inmediatamente después de mi diagnóstico, comencé a usar protector solar de manera constante”.
“Todo fue bastante sencillo y no necesité ningún tratamiento adicional, así que sentí que había tenido suerte”.
“Después de eso, estuve pensando durante dos años que todo estaba bien”.
Pero en noviembre de 2019, Shane dice que se despertó una mañana y encontró un bulto debajo de su brazo derecho.
Él contó: “Recuerdo que tuve un fin de semana ocupado, ya que tuve una reunión con clientes en Londres el viernes y luego vi el rugby el sábado”.
“El domingo en la mañana, me desperté y encontré un bulto del tamaño de una pelota de tenis que aparentemente había aparecido debajo de mi brazo durante la noche”.
Y agregó: “Creo que estaba en negación porque lo ignoré e incluso fui a trabajar al día siguiente. Pero no podía quitarme de la cabeza ese pensamiento inquietante, así que, después del trabajo, me dirigí directamente al Hospital General de Southampton”.
En el hospital, Shane se sometió a pruebas y se le pidió que regresara cuando los resultados estuvieran listos.
Dijo: “Era el 23 de diciembre cuando me pidieron que volviera”.
Agregó: “Mi esposa y yo estábamos nerviosos sentados en la sala de espera cuando llamaron mi nombre. Revelaron que el bulto era un tumor y que el cáncer había regresado. Se había extendido a mis ganglios linfáticos.
“El mundo simplemente se derrumbó a mi alrededor. Un minuto antes estaba pensando que todo era genial y maravilloso, y al minuto siguiente descubro que el cáncer se había propagado y que necesitaría una operación”.
La cirugía de Shane para extirpar el bulto canceroso estaba programada para la primera semana de enero de 2020.
Él señaló: “Decir que fue una Navidad difícil es quedarse corto. Solo quería que la cirugía pasara”.
“Durante la operación, también extirparon 24 ganglios linfáticos además del tumor”.
Pero Shane dice que los resultados del procedimiento fueron positivos.
Él dijo: “Me siento muy afortunado. Todo salió bien después de la operación y, una vez que me recuperé, me sometí a inmunoterapia en marzo de 2020”.
“Desde entonces, ya recibí el visto bueno, lo cual fue simplemente increíble”.
Shane ahora usa una manga de presión para linfedema sobre su brazo derecho donde le extirparon los ganglios linfáticos, lo que ejerce presión sobre su extremidad para mantener el flujo de la linfa y no puede tomar el sol.
Él dijo: “Debo tener mucho cuidado. Durante las recientes olas de calor, vestía blusas de manga larga, me sentaba bajo sombrillas y me llenaba de protector solar con FPS 50.
“Hace mucho que quedaron atrás los días de trabajar sin playera en el jardín”.
Una encuesta nacional realizada por Melanoma UK y el comerciante de constructores Jewishon descubrió que hasta el 60 por ciento de los comerciantes del Reino Unido que trabajan al aire libre no se revisan la piel para detectar signos de cáncer, a pesar de tener mayor riesgo de contraerlo.
La nueva investigación, que encuestó a más de 2.000 comerciantes en el Reino Unido, también encontró que más del 30 por ciento de los trabajadores de construcción no usan protección solar en el sitio.
Jewson ahora lanzó su campaña “Hard Hat Your Skin”, para ahora incluir un suministro de protector solar en todas sus sucursales.
Shane espera crear conciencia sobre el riesgo de cáncer de piel para los trabajadores al aire libre: “Hace veinte años, no se hablaba mucho del cáncer de piel en la construcción y, personalmente, no estaba interesado en tener conversaciones sobre los peligros de la exposición al sol”.
Agregó: “Espero que esto esté cambiando, los comerciantes deben tomar estos riesgos en serio”.
“El protector solar debe ser parte del equipo de protección especial esencial para constructores y comerciantes al aire libre”.
“Quiero que las personas sean conscientes de las señales a las que deben prestar atención para que otras personas no enfrenten el mismo diagnóstico que yo tuve”.