Las advertencias de contenido sensible podrían animar a la gente a seguir viendo material ofensivo
Según los investigadores, casi el 90 % de los jóvenes que recibieron una advertencia de contenido sensible decidieron ver el material por curiosidad
Un estudio revela que las advertencias de contenido sensible que señalan materiales potencialmente angustiantes pueden animar a la gente a verlos.
Investigadores australianos descubrieron que la juventud encuentra advertencias de contenido sensible en las redes sociales varias veces a la semana. Estas pueden ser un texto, una imagen borrosa o un video avisando de que las publicaciones tienen contenido ofensivo.
Casi el 90 % de los jóvenes que recibieron una advertencia de contenido sensible decidieron ver el material por curiosidad, independientemente del origen de las advertencias y de si sufrían o no algún trauma.
Una persona incluso admitió a los investigadores: “A veces mi cerebro quiere perturbarse, así que me llama más la atención”.
El estudio, publicado en la Journal of Behaviour Therapy and Experimental Psychiatry, se realizó un seguimiento de 261 participantes de entre 17 y 25 años durante un periodo de siete días, a los que se pidió que llevaran un diario en el que anotasen cuándo encontraban advertencias de contenido sensible y si decidían interactuar con, o evitar, el contenido.

“Para muchas personas, las advertencias de contenido sensible parecen fomentar un efecto de ‘fruta prohibida’, según el cual cuando algo está prohibido, a menudo resulta más tentador”, afirma la autora principal y profesora de psicología, la Dra. Victoria Bridgland, de la Universidad Flinders de Adelaida.
Explicó que puede deberse a que la información negativa o perturbadora tiende a destacar y a sentirse más valiosa o única en comparación con la información cotidiana.
Y destacó: “Y como las advertencias de contenido sensible suelen ser breves y poco claras, a veces tan simples como simplemente ‘Contenido para adultos’, dejan un vacío de conocimiento sobre lo que está por venir. Ese vacío puede despertar la curiosidad y hacer que la gente quiera mirar, solo para descubrir lo que se está perdiendo”.
El hecho de tener antecedentes traumáticos o síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT) no hizo que los participantes fueran menos propensos a evitar los contenidos marcados con una advertencia de contenido sensible.
“Si la mayoría de las personas interactúan con el contenido de todos modos, y los grupos vulnerables no lo evitan más que otros, entonces tenemos que reconsiderar cómo y por qué utilizamos estas advertencias”, añadió la Dra. Bridgland.
Aunque las advertencias de contenido se incluyen para indicar precaución y consideración, la evidencia sugiere que hacen poco para prevenir la exposición a material angustiante. Más bien, pueden simplemente despertar la curiosidad, lo que lleva a los usuarios a interesarse por contenidos que de otro modo habrían ignorado.
La Dra. Bridgland afirmó que es necesario seguir investigando para explorar enfoques alternativos de apoyo a la salud mental en línea.
“Tenemos que ir más allá de las suposiciones y fijarnos en lo que realmente funciona”, planteó. “Puede que las advertencias de contenido sensible no sean abiertamente perjudiciales, pero también puede que no ayuden como pensamos”.
Comentó el ejemplo del reciente asesinato de Charlie Kirk, ya que muchas personas vieron el video del suceso y quedaron atormentadas por las imágenes a pesar de haber visto advertencias de antemano.
Y expresó: “Es hora de explorar intervenciones más eficaces que apoyen realmente el bienestar de las personas”.
La Dra. Bridgland concluyó que las redes sociales deberían considerar el uso de “herramientas incorporadas” para cuando la gente se encuentra con contenido gráfico.
Traducción de Olivia Gorsin