Despiden a mesera que recibió USD 10.000 de propina que repartió con sus compañeros de trabajo
“Estaba dispuesta a compartir una propina de USD 10.000, pero solo enfrenté odio y una serie de rumores”, escribió Linsey Boyd
Una mesera que recibió una propina de USD 10.000 por una cuenta de USD 32,43 ha sido despedida tras repartir el generoso monto con sus compañeros de trabajo.
Linsey Boyd fue despedida del Mason Jar Cafe en Míchigan tras compartir el dinero, pero la empresa ha insistido en que el despido no tenía “nada que ver con el incidente de la propina”.
Desde entonces, los seguidores de Boyd no han dejado de criticar a los dueños del restaurante.
“Estaba dispuesta a compartir una propina de USD 10.000, pero solo enfrenté odio y y una serie de rumores”, escribió Boyd en una publicación de Facebook que ya ha sido borrada.
Paradójicamente, los problemas empezaron a raíz de un acto bondadoso, cuando un benefactor de mediana edad, que quiso permanecer en el anonimato, hizo la generosa donación.
Según el director general Tim Sweeney, que habló con el Detroit Free Press, el hombre misterioso acababa de asistir al funeral de un amigo y quería honrar su memoria y alegrar el día a alguien.
Pidió que la propina se repartiera entre el personal, lo que supuso unos USD 1.600 por persona para los ocho meseros.
Sin embargo, según Boyd, que no entró en detalles, el acto benéfico desató una especie de “drama”.
Han circulado rumores de que hubo desacuerdos entre los empleados que no trabajaron ese día y esperaban recibir una parte de la donación.
“Se desencadenó el drama, y a pesar de mis esfuerzos por apaciguar la situación y acabar con los rumores, las cosas empeoraron aún más”, escribió Boyd, al compartir sus emociones en Facebook.
El martes recibió una llamada para comunicarle su despido.
“Finalmente... Recibí la llamada... Recibí la llamada, que fui despedida... Ahora estoy sin trabajo por primera vez desde que tengo 15 años”, declaró.
La llamaron después de pedirle que se tomara un descanso para su salud mental durante un par de días.
Por su parte, Boyd afirmó: “Más gente de la que puedo contar pensó que debería haberme quedado con todo el dinero y no haberlo compartido. Ni siquiera se me había ocurrido, pero siempre es más fácil ver las cosas con el diario del lunes. Una semana después, estoy sin trabajo.
Estaba dispuesta a compartir una propina de USD 10.000, pero solo enfrenté odio y una serie de rumores porque no quise revelar el nombre de alguien que me había comunicado unos rumores.
Este increíble acto de bondad ha sacado a relucir el lado mezquino de las personas, y efectivamente, yo soy el chivo expiatorio”, escribió.
Los propietarios del restaurante, Able Martinez y Jayme Cousins, dijeron que se limitarían a compartir “escasa información” sobre los motivos del despido.
En una publicación de Facebook, uno de los dueños declaró: “Se ha presentado una queja sobre una de nuestras exempleadas. No podemos entrar en detalles con respecto al despido debido a la legislación laboral y para proteger al personal implicado. Sin embargo, me limitaré a decir que el despido no tenía nada que ver con el incidente de la propina. Ella recibió la totalidad de la propina, y no pagó impuestos por ella (lo hizo la empresa). Sí, compartió la propina a petición del hombre que la dejó. Nos preocupamos de verdad por nuestro personal. Llevamos cinco o seis años con el mismo equipo. En nuestro equipo contamos con universitarias que vuelven todos los veranos y llevan cuatro años trabajando con nosotros. Llevamos a nuestro personal al norte al final de cada temporada estival, hacemos donaciones para fondos universitarios para ellas, las mantuvimos empleadas durante la pandemia, hacemos todo lo posible para no perder personal. Esperamos que quede claro que no ha sido una decisión tomada a la ligera ni de forma precipitada”.
Traducción de Anna McDonnell