Prometedor estudio sobre los beneficios del LSD para personas que sufren de ansiedad

LSD redujo los síntomas de ansiedad en varias personas, según un estudio de etapa intermedia publicado el jueves, allanando el camino para pruebas adicionales y la posible aprobación médica de esa droga psicodélica que ha estado prohibida en Estados Unidos durante más de medio siglo.
En el experimento del fabricante de medicamentos Mindmed, varios pacientes con trastorno de ansiedad moderada o severa recibieron diversas dosis de LSD, con beneficios que duraron hasta tres meses. La compañía planea realizar estudios de seguimiento para confirmar los resultados y luego solicitar la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos.
A partir de la década de 1950, los investigadores publicaron una serie de artículos explorando los usos terapéuticos del LSD, aunque la mayoría de ellos no cumplen con los estándares modernos.
"Veo este artículo como un paso para revivir esa investigación, aplicando nuestros estándares modernos y determinando cuáles son los verdaderos costos y beneficios de estos compuestos", declaró Frederick Barrett, quien dirige el centro psicodélico de la Universidad Johns Hopkins y no participó en la investigación.
La investigación psicodélica está resurgiendo
Los psicodélicos están en medio de un resurgimiento popular y científico, con conferencias, documentales, libros y revistas médicas explorando su potencial para condiciones como la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático.
La agencia de medicinas estadounidense FDA ha designado la psilocibina, el MDMA y ahora el LSD como potenciales terapias "innovadoras" basadas en resultados preliminares.
Aun así, las drogas no han tenido un camino fácil hacia el mercado.
El año pasado, la FDA rechazó el MDMA —también conocido como éxtasis— como tratamiento para el TEPT, citando métodos de estudio defectuosos, posible sesgo en la investigación y otros problemas.
El nuevo estudio de LSD, publicado por el Journal of the American Medical Association, aborda algunos de esos problemas.
El MDMA, al igual que muchos otros psicodélicos, fue probado en combinación con horas de terapia de conversación por profesionales de la salud capacitados. Ese enfoque resultó problemático para los revisores de la FDA, quienes dijeron que era difícil separar los beneficios de la droga de los de la terapia.
El estudio de LSD adoptó un enfoque más simple: los pacientes recibieron una sola dosis de LSD —bajo supervisión profesional, pero sin terapia— y luego fueron seguidos durante aproximadamente tres meses.
El artículo no detalla cómo se preparó a los pacientes para la experiencia o qué tipo de seguimiento recibieron, lo cual es crucial para entender la investigación, señaló Barrett.
"En muchos casos, las personas pueden tener experiencias subjetivas tan poderosas que pueden necesitar hablar con un terapeuta para ayudarlas a darles sentido", indicó.
La ansiedad disminuyó, pero quedan preguntas
Para el estudio, los investigadores midieron los síntomas de ansiedad en casi 200 pacientes que recibieron aleatoriamente una de cuatro dosis de LSD o un placebo. El objetivo principal era encontrar la dosis óptima de la droga, que puede causar intensas alucinaciones visuales y ocasionalmente sentimientos de pánico o paranoia.
A las cuatro semanas, los pacientes que recibieron las dos dosis más altas tenían puntuaciones de ansiedad significativamente más bajas que aquellos que recibieron placebo o dosis más bajas. Después de 12 semanas, el 65% de los pacientes que tomaron la dosis más efectiva de LSD —100 miligramos— continuaron mostrando beneficios y casi el 50% fueron considerados en remisión. Los efectos secundarios más comunes incluyeron alucinaciones, náuseas y dolores de cabeza.
Los pacientes que recibieron píldoras de placebo también mejoraron —un fenómeno común en estudios psicodélicos y psiquiátricos— pero sus cambios fueron menos de la mitad del tamaño de aquellos que recibieron la droga real.
La investigación no fue inmune a los problemas vistos en estudios similares.
La mayoría de los pacientes pudieron adivinar correctamente si habían recibido LSD o una píldora de placebo, socavando el enfoque "ciego" que se considera crítico para establecer objetivamente los beneficios de un nuevo medicamento. Además, una parte significativa de los pacientes en ambos grupos, placebo y tratamiento, abandonaron el estudio temprano, reduciendo el conjunto final de datos.
Tampoco estaba claro cuánto tiempo podrían continuar beneficiándose los pacientes.
Mindmed está llevando a cabo dos grandes ensayos de etapa tardía que seguirán a los pacientes durante un período de tiempo más largo y, si tienen éxito, se presentarán para la aprobación de la FDA.
"Es posible que algunas personas necesiten un nuevo tratamiento. Cuántos tratamientos adicionales, aún no lo sabemos, pero el efecto duradero es bastante significativo", señaló el doctor Maurizio Fava, del Hospital Mass General Brigham, autor principal del estudio y asesor de Mindmed.
Interés de la administración Trump
El secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr. y otros funcionarios de la administración han expresado interés en la terapia psicodélica, sugiriendo que podría recibir una revisión acelerada para veteranos y otros que sufren heridas psicológicas.
La ansiedad es uno de los trastornos mentales más comunes, afectando a casi el 3% de los adultos en Estados Unidos, según los Institutos Nacionales de Salud. Los tratamientos actuales incluyen psicoterapia, antidepresivos y medicamentos contra la ansiedad como las benzodiazepinas.
La posibilidad de usar LSD como tratamiento médico no es nueva.
En las décadas de 1950 y 1960 se publicaron más de 1.000 artículos documentando el uso del LSD para tratar la adicción al alcohol, la depresión y otras condiciones. Pero surgió una fuerte reacción federal a finales de la década de 1960, cuando activistas a favor de cambios sociales como Timothy Leary promovieron los estupefacientes.
Una ley de 1970 que clasifica al LSD y otros psicodélicos como drogas con alto potencial de abuso esencialmente detuvo la investigación en Estados Unidos.
Cuando un puñado de organizaciones sin fines de lucro comenzó a reevaluar las drogas en las décadas de 1980 y 1990, se centraron en alucinógenos menos conocidos como el MDMA y la psilocibina, el ingrediente principal de los hongos mágicos, para evitar las controversias históricas en torno al LSD.
"El LSD estaba ahí al alcance de todos, pero Mindmed fue la primera compañía que realmente decidió evaluarlo", expresó Fava.
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The Associated Press recibe apoyo para sus coberturas de salud y ciencia de parte del Departamento de Educación Científica del Instituto Médico Howard Hughes y la Robert Wood Johnson Foundation. La AP es la única responsable del contenido.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.