Oficiales italianos tildan de ‘imbéciles’ a turistas que destruyeron una estatua antigua de €200.000
Quienes están detrás de los daños ‘deben pagar un alto precio’, dijo un político regional
Los turistas que destruyeron una escultura italiana valorada en 200.000 euros han sido tachados de "imbéciles" por el viceprimer ministro del país, y un político local exige una indemnización por sus actos.
Un grupo de 17 turistas, que se estaban quedándose en una villa en la localidad de Viggiu en la región italiana de Lombardía, fue el responsable del destrozo de la obra, de 150 años de antigüedad. El incidente fue grabado por las cámaras de seguridad.
Dos de los integrantes del grupo se montaron en la fuente para abrazar a Domina, una estatua del artista Enrico Butti, mientras que otro de los turistas empujó a la obra de arte con un palo, haciendo que esta cayera al suelo y se quebrara.
Bruno Golferini, gerente de Villa Aleco, dijo a Reuters que había denunciado a todos los que se habían quedado a la policía, aunque ya han abandonado Italia.
"Cuando nos dimos cuenta, ya era demasiado tarde", declaró Golferini al canal de noticias italiano TGCOM24. "Los chicos no respetaron la prohibición de entrar en la fuente y fueron filmados por cámaras de videovigilancia mientras dos de ellos abrazaban la estatua, dejándola caer y destrozándola, mientras cuatro de sus compañeros grababan vídeos con sus teléfonos móviles".
Añadió que sería difícil de reparar debido a los daños adicionales en los azulejos de la fuente.
Según Euronews, se sospecha que un conocido influencer alemán forma parte del grupo.
"Estos no son influencers, deberían llamarse imbéciles", dijo Matteo Salvini, viceprimer ministro y ministro de Infraestructuras y Transportes de Italia, informa The New Zealand Herald.
Francesca Caruso, consejera de Cultura de la región de Lombardía, declaró a la agencia de noticias Corriere della Sera que pedirían una indemnización al grupo: "Quienes dañan el patrimonio artístico y cultural deben pagar un alto precio".
Se produce un mes después de dos incidentes vandálicos en otros lugares de Italia.
A principios de julio, un turista británico provocó indignación en Roma tras ser acusado de grabar su nombre en las paredes del Coliseo con una llave. Se enfrenta a una pena de hasta cinco años de cárcel y una multa de 15.000 euros.
Poco después, una adolescente suiza se convirtió en la última infractora en empezar a grabar su nombre en el antiguo anfiteatro. La joven, de 17 años, fue sorprendida en plena acción por un guía turístico local que consiguió grabarla rascando la letra N en la pared del famoso monumento.