La NASA podrá encontrar exoplanetas en la Vía Láctea con la misión Roman y el efecto gravitacional de microlente
Los científicos usarán a las estrellas como lupas para identificar objetos lejanos en la galaxia
La NASA ha anunciado que una nueva misión para sondear exoplanetas, nuevos mundos fuera de nuestro sistema solar, podría revelar las calientes y enanas marrones tipo Júpiter.
El telescopio espacial Nancy Grace Roman de la NASA utilizará un efecto gravitacional llamado microlente para detectar los planetas lejanos en el corazón de la Vía Láctea.
“Nos emocionó descubrir que Roman podrá ofrecer incluso más información sobre los planetas de nuestra galaxia de lo que se había planeado originalmente”, dijo Shota Miyazaki, estudiante de posgrado de la Universidad de Osaka, en Japón, que investigó la detección de nuevos cuerpos.
"Será muy emocionante aprender más sobre un nuevo lote de mundos sin estudiar".
El telescopio utilizaría las leyes fundamentales del universo para ver más de cerca los objetos interestelares.
Cuando un objeto enorme, como una estrella, pasa frente a una estrella más distante, la luz del cuerpo más alejado se curva alrededor del más cercano. Esto actúa como una lupa, y la estrella más cercana actúa como una lente natural.
La microlente es visible para los astrónomos como un brillo temporal de la estrella distante cuando los dos cuerpos están perfectamente alineados, pero al detectar los pequeños temblores de interferencia en la luz de las estrellas, los científicos pueden inferir la presencia de planetas.
“Se llama efecto xallarap, que es paralaje escrito al revés. El paralaje se basa en el movimiento del observador, la Tierra moviéndose alrededor del Sol, para producir un cambio en la alineación entre la estrella fuente distante, la estrella con lente más cercana y el observador”, declaró David Bennett, quien dirige el grupo de microlentes gravitacionales en Centro de vuelo Goddard Space de la NASA.
"Xallarap funciona al revés, modificando la alineación debido al movimiento de la fuente".
Este método se puede utilizar para planetas tan pequeños como Marte con una amplia gama de órbitas, y puede revelar planetas gigantes en órbitas diminutas conocidas como Júpiter calientes.
Estos cuerpos reciben su nombre de su tamaño gigante y su intenso calor, aunque los científicos no están seguros de por qué existen, algo sobre lo que estas observaciones podrían arrojar luz.
Las “estrellas fallidas”, también conocidas como enanas marrones, oscilan entre 4,000 y 25,000 veces la masa de la Tierra, demasiado pesadas para ser planetas, pero no lo suficientemente grandes como para sufrir una fusión nuclear.
"Hemos encontrado muchos sistemas planetarios que parecen extraños en comparación con el nuestro, pero aún no está claro si son los bichos raros o (somos) nosotros", mencionó Samson Johnson, un estudiante graduado de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus y co- autor del artículo publicado en The Astronomical Journal que estudia este proceso.
"Roman nos ayudará a resolverlo, al mismo tiempo que nos ayuda a responder otras grandes preguntas en astrofísica".