Investigadores encuentran materiales procedentes de fuera del Sistema Solar en el océano, afirma un controvertido profesor de Harvard
El astrofísico Avi Loeb ha provocado la ira de sus colegas que argumentan que está socavando la ciencia
Por primera vez, los científicos han encontrado material procedente de fuera de nuestro sistema solar, según un controvertido profesor de Harvard.
Las “esferas” se encontraron en el Océano Pacífico en junio. Pero los primeros análisis ahora indican que el material procede de fuera de nuestro sistema solar, transportado por un objeto interestelar que se estrelló contra la Tierra en 2014, según Avi Loeb, astrofísico teórico de la Universidad de Harvard.
El material podría ser incluso de “origen tecnológico extraterrestre” debido a algunas características inusuales del material, observó. El profesor Loeb ya había afirmado anteriormente que el asteroide podría haber sido un objeto artificial, como por ejemplo, una nave extraterrestre.
“Se trata de un descubrimiento histórico porque representa la primera vez que los científicos analizan materiales procedentes de un objeto de gran tamaño que llegó a la Tierra desde fuera del sistema solar”, escribió el profesor Loeb en su anuncio.
El profesor Loeb ha hecho una serie de afirmaciones sobre la posible vida extraterrestre y los visitantes de otros sistemas solares. Aunque ha realizado diversas aportaciones a la astrofísica, quizá sea más conocido por sus sugerencias de que Oumuamua, el primer objeto interestelar que visitó nuestro sistema solar, podría haber sido una “sonda extraterrestre”.
Sus afirmaciones, a menudo insólitas, han provocado la censura de sus colegas científicos, que le acusan de sensacionalismo y de perjudicar el proceso habitual de descubrimiento. Según ellos, sus declaraciones pueden llamar la atención y socavar la labor habitual de la ciencia, que consiste en comprobar las afirmaciones extraordinarias con pruebas extraordinarias.
“La gente está harta de oír hablar de las disparatadas afirmaciones de Avi Loeb”, declaró Steve Desch, astrofísico de la Universidad Estatal de Arizona, a The New York Times en julio, cuando el profesor Loeb reveló los detalles de su búsqueda. “Está contaminando la buena ciencia, al confundir la buena ciencia que hacemos con este ridículo sensacionalismo y divertiendo la conversación a su favor”.
El profesor Loeb hizo las afirmaciones más recientes en Medium, donde ha estado documentando su viaje al Océano Pacífico para recoger materiales. En los últimos años se ha interesado por una bola de fuego que cayó a la Tierra en 2014 y ha estado tratando de recoger fragmentos de la misma.
Ha afirmado que los detalles sobre la bola de fuego indican que procedía de fuera de nuestro sistema solar. Estas afirmaciones han resultado controvertidas (aunque han sido aceptadas para publicarse en la prestigiosa revista Astrophysical Journal después de haber sido rechazadas inicialmente) porque los científicos han argumentado que no hay pruebas suficientemente significativas que indiquen que realmente se trataba de un visitante interestelar.
No obstante, en los últimos meses el profesor Loeb y su equipo han estado rastreando el océano pacífico en busca de fragmentos de ese objeto, y en junio anunciaron que habían conseguido reunir algunos ejemplares. Desde entonces, esas muestras han sido analizadas por científicos.
Ahora, el profesor Loeb afirma que los análisis demuestran que los materiales proceden “de un objeto del aproximadamente un metro de tamaño originario de fuera del sistema solar”. Una serie de detalles sobre el material indicaban que era de origen interestelar, afirmó.
Destacó especialmente la cantidad de berilio, lantano y uranio (o BeLaU) que contenían los objetos. Esto los diferencia de otras muestras que no se encontraron en la trayectoria del objeto, y también de los objetos que normalmente se esperaría que se hubieran formado en la Tierra, la Luna o Marte.
El profesor Loeb confía en que se encuentren más objetos parecidos al “IM1”, el nombre que ha dado al objeto que, según él, es un visitante interestelar. Sugirió que podría haber “unos cuantos millones de objetos de este tipo residiendo dentro de la órbita de la Tierra alrededor del Sol en un momento dado” y que “algunos de ellos podrían representar basura tecnológica espacial de otras civilizaciones”.
También criticó a los numerosos científicos que se han mostrado escépticos ante sus afirmaciones, al decir en broma, “huyo de los colegas que tienen opiniones firmes sin buscar pruebas, y yo corro hacia una inteligencia superior en el espacio interestelar” y al afirmar que desea a sus críticos “felicidad y prosperidad”.