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Diabetes: cuáles son las principales complicaciones y cómo evitarlas

Gracias a los avances médicos, las personas diabéticas pueden vivir ahora más tiempo y con mejor calidad de vida, si adoptan un rol activo en el cuidado de su salud

María Luisa Arredondo
Jueves, 22 de septiembre de 2022 14:55 EDT
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Se estima que alrededor de 37,3 millones de adultos en Estados Unidos padecen diabetes, pero uno de cada cinco no lo sabe.

Este es, justamente, uno de los principales riesgos asociados a esta enfermedad que se caracteriza por el alto nivel de azúcar en la sangre: puede pasar desapercibida para quien la sufre por mucho tiempo y causar graves complicaciones a la salud, entre ellas insuficiencia renal, ataques cardiacos, amputación de las extremidades inferiores y ceguera.

La buena noticia es que, gracias a los avances de la ciencia, las personas con diabetes pueden vivir ahora más tiempo sin las principales complicaciones derivadas de esta enfermedad.

De acuerdo con los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), las complicaciones más frecuentes de la diabetes son las siguientes:

Enfermedad cardiaca y derrame cerebral. Quienes padecen diabetes tienen dos veces más probabilidades de sufrir un mal cardiaco o un derrame cerebral.

Ceguera y otros problemas en los ojos. Entre las complicaciones causadas a la vista se encuentran el daño a los vasos sanguíneos de la retina (retinopatía diabética), las cataratas y el aumento de la presión del líquido del ojo (glaucoma).

Enfermedad renal crónica. Los altos niveles de azúcar o glucosa en la sangre pueden dañar los riñones y ocasionar una enfermedad renal crónica que, si no se atiende, puede derivar en la insuficiencia renal. Quienes padecen de esta enfermedad tienen que someterse de manera regular a un tratamiento para filtrar la sangre conocido como diálisis. La otra opción es recibir un transplante de riñón para poder sobrevivir. Se estima que uno de cada 3 adultos con diabetes padece de enfermedad renal crónica. Para saber si alguien la tiene, se necesita hacer una prueba.

Daño a los nervios (neuropatía). Esta es una de las complicaciones más frecuentes de la diabetes. El daño a los nervios puede ocasionar entumecimiento y dolor, sobre todo en los pies y en las piernas, pero también puede afectar la digestión, los vasos sanguíneos y el corazón.

Amputaciones. El daño a los vasos sanguíneos y a los nervios relacionado con la diabetes, especialmente en los pies, puede ocasionar infecciones muy difíciles de curar. En algunos casos, la única solución es amputar las partes afectadas.

Enfermedad de las encías. Este problema puede causar la pérdida de dientes y elevar aún más el nivel de azúcar en la sangre. También puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2.

Depresión. El riesgo de que una persona diabética sufra de depresión es también muy común y aumenta a medida que se presentan más problemas relacionados con la diabetes.

Diabetes gestacional. Este tipo de diabetes se diagnostica durante el embarazo y a menudo ocasiona complicaciones serias tanto para la madre como para su bebé, entre ellas preeclampsia (presión arterial alta por el embarazo), defectos de nacimiento y lesiones causadas por el parto.

Los CDC advierten que, debido a que las complicaciones de la diabetes suelen estar relacionadas, el hecho de padecer una puede hacer que otras empeoren. Por ejemplo, muchos diabéticos son también hipertensos y esto, a su vez, genera enfermedades en los ojos y en los riñones.

En la mayoría de los casos, quienes padecen diabetes no lo notan porque no presentan síntomas por mucho tiempo. Y, cuando se dan cuenta, a menudo el mal ya está muy avanzado. Por esta razón, los expertos recomiendan hacer citas regulares con el médico, con el dentista y el oculista. Entre más temprano se detecte la enfermedad, más posibilidades hay de que la persona pueda controlar o prevenir complicaciones graves.

Para prevenir o retrasar las complicaciones asociadas a la diabetes, los CDC y los expertos de la Clínica Mayo recomiendan lo siguiente:

Un plan de alimentación saludable. Este debe incluir frutas con poca glucosa como las fresas y los arándanos, granos integrales, proteínas sin alto contenido de grasa y productos lácteos descremados.

Ejercicio físico. Basta con dedicar 30 minutos diarios, cinco veces a la semana, a cualquier actividad como caminar, andar en bicicleta, bailar, nadar o hacer aeróbicos.

Bajar de peso. Si tienes sobrepeso, ten en cuenta que una pérdida de entre el 5 y el 7 por ciento de tu peso corporal te ayudará a reducir el riesgo de complicaciones.

Medicamentos. Asegúrate de seguir al pie de la letra las indicaciones del médico para tomar tus medicinas.

Citas con el médico. Trata de no faltar a tus citas con tu médico general, tu dentista y tu oculista para asegurarte de que todos tus síntomas estén bajo control.

Pruebas. Hazte una prueba de A1c de manera regular (durante dos o tres meses) para medir tu nivel de glucosa en la sangre y trata de mantenerte lo más cerca posible del objetivo que te has propuesto. De igual forma, está pendiente de tus niveles de colesterol y de mantener tu presión arterial por debajo de 140/90 mm Hg.

Deja de fumar. El tabaquismo es un factor asociado con el agravamiento de las complicaciones de la diabetes porque provoca la disminución del flujo sanguíneo en las piernas y los pies, lo que puede causar infecciones, úlceras y hasta amputaciones. También puede provocar lesiones a los nervios, males cardiacos, enfermedad renal y hasta la muerte. Habla con tu médico sobre métodos para dejar el cigarrillo.

Mantén tus vacunas al día. La diabetes hace que seas más vulnerable a padecer ciertas enfermedades como la hepatitis B, la influenza y la neumonía.

Cuida de manera especial tus pies. Lava tus pies todos los días con agua tibia, sécalos con suavidad y manténlos humectados con una loción o vaselina. No te coloques aceites ni crema entre los dedos porque la humedad excesiva puede provocar infecciones. Revisa si tienes callosidades, llagas, enrojecimiento o hinchazón. En caso de que así sea, acude al médico de inmediato. No camines descalzo.

Cuida mucho tus dientes. Cepíllate al menos dos veces al día con una pasta que tenga flúor, usa hilo dental antes de irte a dormir y programa citas con el dentista, por lo menos dos veces al año. Si notas inflamación, sangrado o enrojecimiento en las encías, ve al dentista de inmediato.

Limita el alcohol. Si decides beber, hazlo con moderación. Esto quiere decir, solo una bebida al día para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años. Para los hombres menores de esa edad, el límite es de dos bebidas al día. Si bebes, hazlo durante una comida o un refrigerio.

Intenta reducir el estrés. Es muy probable que, si tienes mucho estrés, descuides tu rutina de cuidados para la diabetes. Establece prioridades y aprende técnicas de relajación.

Los expertos de la Clínica Mayo aseguran que lo más importante para controlar la diabetes es mantener una actitud positiva.”Si estás dispuesto a cumplir con tu parte, la diabetes no impedirá que lleves una vida activa y saludable”.

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