Stay up to date with notifications from The Independent

Notifications can be managed in browser preferences.

Qué hay de cierto sobre la leyenda del chupacabras

A pesar de que varios científicos han tratado de aclarar el misterio de esta bestia que, supuestamente, succiona la sangre de los animales, muchos consideran que el mito sigue vigente

María Luisa Arredondo
Miércoles, 19 de octubre de 2022 15:30 EDT
¡Top 10 Especies EXTRAÑAS descubiertas en Latinoamérica!

En el imaginario colectivo, los monstruos tienen un lugar especial. Entre más misteriosos son, más despiertan la curiosidad y el miedo. Casi todos son producto de la fantasía, pero hay algunos, como el chupacabras, que han demostrado que son más que una leyenda.

Desde mediados de 1990, el chupacabras empezó a  generar terror en diversas partes del mundo, desde Puerto Rico hasta México, Estados Unidos y Rusia porque los dueños de ganado empezaron a reportar que una bestia aparecía por las noches para succionar la sangre de sus animales a través del cuello.

La primera persona que dijo haber visto al chupacabras fue Madeylen Tolentino, residente de la población de Canóvanas, en el este de Puerto Rico, en 1995. Ella lo describió como un ser terrorífico, similar a un extraterrestre, que pasó frente a su casa.

A partir de entonces empezó a reportarse que una bestia atacaba por las noches a los animales que estaban en granjas. Todos coincidían en que los cuerpos de las víctimas aparecían sin sangre. Varios pobladores de la región describieron al agresor como una criatura bípeda, sin pelo, de enormes ojos y largas garras y con espinas a lo largo de su espalda.

Pronto, el temor hacia el chupacabras se extendió por todo Puerto Rico. De aquí saltó a los países de América Latina y al suroeste de Estados Unidos e incluso a lugares tan lejanos como China, Rusia y Filipinas.

El uso cada vez más frecuente del internet hizo que la historia del chupacabras cobrara relevancia en todo el mundo.

Nueva descripción de la bestia

Pero a partir de 2000 comenzó a circular una nueva descripción del chupacabras: Casi todos los que dijeron haber visto a la bestia en esos años la describían, no tanto como un extraterrestre, sino como un horrendo animal sin pelo que se desplazaba en cuatro patas.

Dado el interés mundial que suscitó el fenómeno de este misterioso ser, la comunidad científica empezó a tomar cartas en el asunto.

Uno de los investigadores que se dedicó con mayor ahínco al estudio del fenómeno fue Benjamin Radford, del Comité para la Investigación Escéptica. El científico empezó por estudiar los cuerpos de 12 chupacabras muertos que aparecieron en el sureste de Estados Unidos.

Lo primero que Radford confirmó fue que, en efecto, el aspecto de las criaturas era horrible: sin pelo, demacradas y con la piel aparentemente quemada y con costras.

Luego de practicarles pruebas de ADN, el científico desveló el misterio: se trataba simplemente de perros, coyotes y mapaches e incluso había un pescado. La gente, sin embargo, los confundió con seres extraterrestres porque todos estos animales perdieron el pelo a causa de una enfermedad llamada sarna sarcóptica, causada por ácaros.

Otros científicos llegaron a conclusiones similares. Barry O’Connor, entomólogo de la Universidad de Michigan, asegura que, en su mayoría, los chupacabras han resultado ser coyotes con escabiosis o sarna, que hace que a los animales se le caiga el pelo y se les formen costras, lo que les da un aspecto horrible y dificulta que la gente los reconozca a simple vista.

En una entrevista con la BBC, la profesora Allison Diesel, de la Universidad de Texas A&M y especialista en enfermedades inflamatorias de la piel, coincide con esta versión y puntualiza que la sarna puede hacer lucir a cualquier animal como un monstruo.

“Los perros sarnosos son casi calvos, con partes de la piel roja o casi negra, y muy gruesa. Si a eso le sumas heridas que el animal se hace cuando se rasca, terminas con un buen prospecto de chupacabras”, explica Diesel.

Con respecto a la versión de que los supuestos chupacabras succionan toda la sangre de sus víctimas, como si fueran vampiros, Bill Schutt, del Museo de Historia Natural de Nueva York, aclara que esto no es cierto.

En realidad, asegura, los coyotes y otros animales muerden en el cuello cuando atacan y dejan abandonados los cuerpos de sus víctimas. Pero éstas mueren a causa de hemorragias internas, no porque les hayan succionado toda la sangre del cuerpo.

Por qué surgió la leyenda

Ahora que el misterio se ha resuelto, muchos se preguntan todavía cómo fue que surgió esta leyenda.

De acuerdo con Coleman, una explicación podría ser que la gente se dejó influenciar tras el estreno de la película Species en Puerto Rico, en el verano de 1995. En este filme, la protagonista aparece con aguijones en la espalda, como los que se atribuían a los chupacabras.

Coleman apunta que otra teoría podría ser que los seres que se vieron por primera vez en esos años eran en realidad monos rhesus que se pueden incorporar con sus patas traseras. A mediados de la década de 1990, esos monos eran objeto de experimentos en Puerto Rico y algunos pudieron haber huido y atacar al ganado.

Pese a estas explicaciones, hay quienes todavía no están satisfechos y consideran que la leyenda del chupacabras no ha sido suficientemente aclarada.

Thank you for registering

Please refresh the page or navigate to another page on the site to be automatically logged inPlease refresh your browser to be logged in