Inglaterra: amputan brazo a recién nacido que sufrió coágulos de sangre en el útero

El pequeño Zack de Hull, Yorkshire del Este, nació con un brazo izquierdo “magullado y con ampollas”

Louise Lazell
Lunes, 01 de agosto de 2022 18:16 EDT
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Esta es la historia de Zack: un niño pequeño que sobrevivió a unos coágulos de sangre en el cerebro y el brazo izquierdo en el útero y que a los 10 días de edad sufrió la amputación de la extremidad “muerta”. Un año después, celebró su primer cumpleaños columpiándose hasta el cielo en su parque local.

Todo comenzó cuando nació por cesárea de emergencia a las 37 semanas el 11 de julio de 2021 con un brazo izquierdo “magullado y con ampollas”. Después de que le extirparan la extremidad, una resonancia magnética adicional reveló que Zack Reilly también había sufrido un derrame cerebral antes de nacer, causando daño cerebral que podría afectar su movilidad, control muscular y habla a medida que crece.

Pero el radiante niño se ha adaptado de manera brillante: celebró su primer cumpleaños en una parrillada familiar y disfrutó de su primera semana en la guardería, para deleite de sus orgullosos padres, Libby Francis (29), asesora de carreras asistente de la Marina Real británica, y el ingeniero de telecomunicaciones, Owen Reilly (28).

Libby, que vive en Hull, Yorkshire del Este, dijo: “Durante las primeras semanas de vida de Zack, sentía que una cosa tras otra salía mal. Era simplemente desgarrador”.

Libby Francis, 29, con Zack Reilly, en el parque
Libby Francis, 29, con Zack Reilly, en el parque (Collect/PA Real Life)

Ella agregó: “Pero al ver lo feliz que está ahora, estamos muy agradecidos. Lo amamos con locura y no lo cambiaríamos por nada del mundo”.

Después de conocer a Owen en la Marina en 2016, Libby se embarazó de Zack y gozó de tranquilidad hasta las últimas semanas. Ella comentó: “Estábamos muy emocionados de conocer a Zack por fin”.

“Pero empecé a sentir unos calambres agudos en el estómago el 10 de julio de 2021, que pensé que eran contracciones”.

Zack Reilly cuando tenía un día de nacido
Zack Reilly cuando tenía un día de nacido (Collect/PA Real Life)

Libby agregó: “Llamamos al hospital diciendo que pensábamos que podrían ser contracciones, pero dijeron que no parecía que estuviera lista para ingresar todavía”.

“Luego, al día siguiente empeoraron y eran tan dolorosos que no podía sentir si se movía o no, así que dijeron que debíamos ingresar”.

Al monitorear el corazón de Zack, los médicos rápidamente se dieron cuenta de que algo andaba mal y enviaron a Libby a una cesárea de emergencia el 11 de julio.

Si bien Zack nació de manera segura, con un peso de 6 lb 6 oz (2,8 kilos), estaba claro que algo andaba muy mal con su brazo.

Libby dijo: “Sucedió tan rápido y yo tenía mucho miedo de que no estuviera bien”.

“Estaba muy feliz cuando nació porque lo sacaron a tiempo”.

“No había visto su brazo en ese momento, pero Owen sí y se veía negro y magullado”.

Zack fue trasladado a cuidados intensivos desde Hull Royal Infirmary, donde nació, después de que Owen lo abrazara brevemente y mucho antes de que Libby lo cargara, solo para que les dijeran que había sufrido un coágulo de sangre en el brazo.

Libby Francis (29) con Owen Reilly (28) y su hijo Zack en el hospital
Libby Francis (29) con Owen Reilly (28) y su hijo Zack en el hospital (Collect/PA Real Life)

Libby dijo: “Fue tan aterrador, pero al verlo por primera vez, me enamoré”.

“Tocar su mano a través del pequeño agujero en su incubadora fue increíble, pero estaba destrozada por no poder sostenerlo”.

Llevados de urgencia al Leeds Children’s Hospital durante la noche, se les advirtió a los nerviosos padres que su hijo podría necesitar una amputación.

“Fue algo que me destrozó el alma”, dijo Libby.

Zack Reilly en recuperación tras la amputación de su brazo
Zack Reilly en recuperación tras la amputación de su brazo (Collect/PA Real Life)

Agregó: “El solo pensar en los desafíos que enfrentaría y cómo íbamos a criar a un niño con un solo brazo fue muy desalentador”.

Después de unos días de seguimiento para darle a Zack la mayor oportunidad posible de que su brazo recuperara algo de fuerza, los médicos dijeron que era hora de amputarlo. Libby dijo: “Dejaron pasar unos días porque su brazo había recuperado algo de color en la parte superior y querían salvar lo más que pudieran”.

“Pero, finalmente, dijeron que tenían que amputarlo porque su brazo estaba muerto”.

Libby Francis, 29, y Owen Reilly, 28, con su hijo Zack
Libby Francis, 29, y Owen Reilly, 28, con su hijo Zack (Collect/PA Real Life)

Al final, los cirujanos extirparon tres cuartos del brazo izquierdo de Zack, a la mitad de su bíceps.

Libby dijo: “Estábamos tan felices cuando se terminó la cirugía y que él había salido bien”.

“Sin embargo, al principio él tenía mucho dolor y tuve que alejarme en un momento, ya que era demasiado molesto”.

Afortunadamente, la cirugía fue un éxito, pero luego, una radiografía cerebral unos días después reveló que también pudo haber sufrido un derrame cerebral en el útero.

Zack Reilly a las 12 semanas de nacido
Zack Reilly a las 12 semanas de nacido (Collect/PA Real Life)

Libby señaló: “Los médicos nos llamaron a la habitación separada y sabíamos que recibiríamos malas noticias”.

“Dijeron que tenía daño en el cerebro debido a la sospecha de un coágulo y, aunque no sabremos exactamente cómo se ha visto afectado sino hasta que sea mayor, existe una buena posibilidad de que no pueda usar algunos músculos y que no pueda caminar y hablar”.

“Me sentí tan molesta por él. Es como si nos hubieran robado todo: un parto normal, conocer a mi hijo por primera vez y luego tener una familia sana y feliz”.

La pareja está eternamente agradecida con la organización benéfica Sick Children’s Trust, que les ofreció un “hogar lejos del hogar” para alojarse frente al hospital mientras los cirujanos hacían todo lo posible por su hijo.

Zack Reilly a las diez semanas de nacido
Zack Reilly a las diez semanas de nacido (Collect/PA Real Life)

Libby dijo: “La primera noche, Owen tuvo que quedarse en un hotel, mientras yo permanecía en el hospital, pero nos preocupaba no poder pagar esto durante mucho tiempo”.

“Afortunadamente, Sick Children’s Trust tenía una habitación para nosotros en una casa al otro lado de la calle de la sección infantil, lo cual fue simplemente increíble”.

“Significaba que todavía podía amamantar a Zack y ambos podíamos estar cerca de él, además de eliminar las preocupaciones financieras. Y teníamos el espacio para llorar cuando lo necesitáramos”.

A las tres semanas de edad, a Zack se le permitió volver a casa, donde prosperó durante los primeros cinco meses, y fue alcanzando gradualmente sus hitos.

Libby dijo: “Estaba un poco atrasado, pero sonreía y comenzaba a alcanzar juguetes con su brazo bueno y a levantar la cabeza”.

Ella agregó: “Pero luego, a los cinco meses, dejó de sonreír y en Navidad comenzó a tener convulsiones, lo cual fue desgarrador”.

Cuando lo llevaron de regreso al hospital, a Zack le diagnosticaron un tipo raro de epilepsia, llamado espasmos infantiles, asociado con un patrón de ondas cerebrales muy anormal, y sufrió alrededor de cinco episodios de convulsiones todos los días en un transcurso de cuatro días.

Afortunadamente, se recetaron medicamentos para detenerlos y ayudarle a retomar el rumbo, y aunque su viaje no ha sido fácil, sus padres siguen tomándolo con calma.

Libby dijo: “Antes de que Zack fuera dado de alta del hospital por primera vez, nos dijeron que había fallado en su prueba de audición. Pero unas semanas más tarde, los médicos confirmaron que solo tenía una pérdida auditiva leve”.

Libby Francis, 29, con su hijo, Zack Reilly
Libby Francis, 29, con su hijo, Zack Reilly (Collect/PA Real Life)

Ella agregó: “Suena raro, pero estábamos muy felices, ya que una pérdida auditiva leve significaba que todavía podía escucharnos”.

“Tiene audífonos para ayudarlo, pero puedes hablar con él y te entiende sin ellos”.

“Llegamos a casa y celebramos, bailando juntos en la cocina al ritmo de la música”.

Si bien el desarrollo de Zack es más lento de lo que normalmente se esperaría a su edad, sus padres están encantados de que haya comenzado la guardería y esté logrando sus objetivos de manera constante.

Libby Francis, 29, con Zack Reilly, a los ocho meses de edad
Libby Francis, 29, con Zack Reilly, a los ocho meses de edad (Collect/PA Real Life)

Libby dijo: “Está aprendiendo a controlar la cabeza y todavía no puede sentarse, pero está recibiendo fisioterapia”.

“Él es un pequeñín bastante alegre, siempre está muy feliz y le encanta reírse y le encanta cuando lo haces reír y nos hace reír a nosotros también”.

Por otro lado, no hay nada que haga más feliz a Zack que jugar en los columpios en el parque local.

Libby dijo: “Se subió a los columpios por primera vez hace unas semanas y le encantó”.

Zack Reilly sonriendo a los diez meses de edad
Zack Reilly sonriendo a los diez meses de edad (Collect/PA Real Life)

Ella agregó: “Tuvimos una gran parrillada familiar para su primer cumpleaños y también le encantó, sobre todo el pastel de cumpleaños”.

“Y le dieron suficiente dinero para que le compráramos su propio columpio para necesidades especiales, con apoyo adicional para mantenerlo seguro”.

Decididos a “retribuir” después de toda la ayuda y el apoyo que recibieron de Sick Children’s Trust, la pareja ahora planea correr un maratón y lanzó una página de GoFundMe con la esperanza de recaudar £3.500 para la organización benéfica.

Owen, dijo: “Cuando celebramos el primer cumpleaños de Zack, no podíamos creer lo lejos que habíamos llegado”.

Zack Reilly (1 año) divirtiéndose en los columpios de su parque local
Zack Reilly (1 año) divirtiéndose en los columpios de su parque local (Collect/PA Real Life)

Añadió: “Ahora puede balbucear un poco. No puede gatear, pero usa su brazo para agarrar cosas y sonríe, se ríe y reacciona a nuestras expresiones faciales”.

“De hecho, sentimos que somos una familia normal, lo cual es asombroso”.

“Es un bebé muy feliz y no podríamos pedir mucho más”.

“Ha pasado por mucho, pero llegar a donde estamos ahora es increíble”.

Agregó: “Lo que le sucedió a Zack cambió mi vida y tener el apoyo de Sick Children’s Trust marcó una gran diferencia”.

Si bien ninguno de los padres ha corrido mucho más allá de unos cuantos kilómetros, lograron que nueve amigos se unieran a ellos para enfrentar el maratón de Yorkshire en octubre de este año.

Owen dijo: “Todos han sido increíbles y si podemos recaudar algo de dinero para ayudar a otra familia como la nuestra, entonces todo valdrá la pena”.

Para apoyar la recaudación de fondos de Owen y Libby, visita: https://www.justgiving.com/fundraising/zack-thesickchildrenstrustPara obtener más información sobre Sick Children’s Trust, visita: https://www.sickchildrenstrust.org

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