Huésped de Airbnb expresa indignación por cargo de limpieza en propiedad que supuestamente aceptaba mascotas
“Odio Airbnb”, declara la huésped
Una clienta de Airbnb se enfureció después de que le cobraran por dejar pelo de mascota en una casa de alquiler, a pesar de que la publicación de la propiedad indicaba que era apta para mascotas.
La huésped enojada, llamada Maddie, afirmó que la cabaña decía que aceptaba mascotas e incluso registró a su pastor alemán, Judge, en la reserva.
Sin embargo, Maddie, que en un principio disfrutó de su estadía, recurrió a las redes sociales para expresar su enojo después de que la anfitriona le exigiera pagar una tarifa de limpieza adicional por dejar pelos de mascota.
Después de cuestionar a la anfitriona, Maddie se puso furiosa al descubrir que, después de todo, la casa no admitía mascotas.
La pintoresca propiedad de tres dormitorios figura como “Travel Haus: Stunning Cottage in German Village” y tiene su sede en Columbus, Ohio. Actualmente, la cabaña tiene una calificación de 4,96 sobre cinco estrellas en Airbnb.
“Odio Airbnb. Entregué la propiedad y recibí un mensaje de la anfitriona que me decía que tenía que cobrarme una tarifa adicional de limpieza porque no se permitían mascotas”, compartió Maddie en Twitter. “La publicación dice literalmente que se permiten mascotas. Incluso incluí a mi perro en la reserva”.
La huésped descontenta luego procedió a compartir su conversación con la anfitriona, quien le envió un mensaje a Maddie para decirle: “Maddie, la persona a cargo de la limpieza está en la casa y me informó que llevabas una mascota”.
“Esta casa no admite mascotas y ahora requerirá una limpieza adicional debido a la cantidad de pelo de mascota que quedó antes del siguiente huésped”.
“Necesito cobrarte una limpieza adicional.”
Sin embargo, al final sí se eliminó el cargo después de que Maddie demostró que la publicación de la casa la describía como apta para mascotas. La publicación se actualizó para indicar que no admite mascotas después de que la anfitriona mencionara que la etiqueta de que admite mascotas se había colocado incorrectamente.
El acalorado encuentro despertó opiniones divididas: algunos respaldan a Maddie, mientras que otros se ponen del lado de la anfitriona de Airbnb.
“O sea, al final no te cobró y ahora estás doxeando su negocio, además de que dejaste una cantidad de pelo realmente excesiva en su propiedad”, una persona escribió, mientras que otra dijo: “Claramente, no debería estar cobrándote. Algunas de estas personas no saben cómo administrar un negocio y, a veces, tienes que pagar ciertas tarifas si quieres obtener reservas más largas”.
“Dicho esto, ¿no sentiste la necesidad de barrer los desechos del perro? Eso es mucho pelo”.
Según otra persona, Maddie debió haber “dicho definitivamente que no” al pago de la cuota.
“Además, cuando haces la reserva con una mascota incluida, no se nota, ¡pero la tarifa es más alta de lo que sería sin una mascota! ¡Eso ya está integrado!”, escribió.
En un comunicado, un portavoz de Airbnb manifestó: “Nuestro equipo de soporte comunitario ya había ayudado a la anfitriona y la huésped a resolverlo”.
“Entendemos que este problema se debió a un malentendido por parte de la anfitriona, y ya se disculpó con la huésped, a quien no se le cobrará por esto”.
La propiedad ahora establece que “no se permiten mascotas”.
Traducción de Michelle Padilla