‘The Jerry Springer Show’ amenazaba con dejar sin traslado a invitados que abandonaban el set, según documental

Los productores del programa The Jerry Springer Show amenazaban a los invitados con no trasladarlos a casa si se marchaban enfadados del plató y se negaban a participar en el panel final del programa, según afirma un nuevo documental.

Según se explica en la docuserie en dos partes Jerry Springer: peleas, cámara, ¡acción!, disponible en Netflix, las amenazas de no pagar los vuelos de vuelta a casa a los huéspedes que no cooperaran eran especialmente eficaces, ya que muchos eran de clase socioeconómica baja y temían quedarse varados en Chicago, donde se rodaba el programa.

Es solo uno de los muchos ejemplos citados en el documental de cómo los productores trataban de provocar e incitar a sus invitados, lo que a menudo desembocaba en peleas a gritos y muebles arrojados al aire.

Una invitada, llamada Melanie, cuenta en el documental que un productor la provocó hasta llevarla a un punto de quiebre: “Todo el tiempo que estuve en el vestuario, me enfadaba cada vez más, y no soy una persona que se enfade”.

“Mi corazón latía con fuerza. Sentía que se me iba a salir del pecho. Estaba cansada, loca, lista para pelear. No te trataban con sensibilidad. No les interesaba el impacto que todo eso iba a tener en ti: todo era por el espectáculo”, continuó.

Louis Chilton, de The Independent, habló recientemente con el director de Jerry Springer: peleas, cámara, ¡acción!, Luke Sewell, así como dos de los productores de la serie original, para saber más sobre cómo era trabajar en el tan celebrado como denostado programa de entrevistas.

“Cuando vi por primera vez The Jerry Springer Show de adolescente, me quedé estupefacto. Parecía un programa de televisión de otro planeta: un desastre salvaje y loco que no podías dejar de mirar”, declaró el cineasta británico a The Independent.

La serie, continuó, se había hecho famosa “explotando a los invitados para entretener a la gente y, en última instancia, solo para conseguir audiencia. No aportó absolutamente nada positivo a la sociedad en ningún sentido, y en muchos aspectos fue increíblemente negativo”.

Toby Yoshimura, productor durante el apogeo del programa, declaró a The Independent que su paso por el talk show le llevó a una espiral de adicción a la bebida y la cocaína.

“Mis demonios personales están ahí, en el documental”, dijo, y añadió: “Me he perdonado por todo ese tiempo, toda esa m*****. Y no me arrepiento de haber formado parte del programa. Yo estaba allí, justo cuando todo se puso súper loco. Si nos enfocamos en mi participación, probablemente sí fui responsable de parte del caos”.

Traducción de Sara Pignatiello