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Conoce a Mahmood, el Bad Bunny italiano

El hijo italiano de padre egipcios y madre sardo atrajo la atención mundial cuando ocupó el segundo lugar en el Festival de la Canción de Eurovisión de 2019, pero él es mucho más de lo que parece. Habla con Roisin O'Connor sobre su nuevo álbum, Ghettolimpo, y por qué sigue evitando las etiquetas

Sábado, 19 de junio de 2021 14:15 EDT
Llega el pop engañoso de Chai, lo nuevo de Griff tras el confinamiento y Bad Bunny con refuerzos.
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Fue el aplauso que se escuchó en todo el mundo. Mahmood, el concursante de Italia en 2019 en el Festival de la Canción de Eurovisión, interpretó su revolucionario sencillo "Soldi" ante una audiencia en vivo en un estadio en Israel y ante las 182 millones de personas que lo veían por televisión. No se parecía a nada que los fanáticos de Eurovisión hubieran escuchado antes: una pista influenciada por el trap e inspirada en el padre ausente del cantante, quien entonces tenía 27 años. El contagioso doble aplauso del coro fue una parte divertida de la actuación en vivo. Sin embargo, si traduces la letra oirás el desdén fulminante de Mahmood: "Está bebiendo champán durante el Ramadán/En la televisión interpretan a Jackie Chan/Está fumando shisha y me pregunta cómo estoy".

Los fanáticos dedicados de Eurovisión sabrán que el espectáculo ya no es solo un desfile kitsch de pop ridículamente cursi y cubierto de lentejuelas. Aun así, la actuación de Mahmood se sintió como un punto de inflexión. Él no había venido a representar las tradiciones musicales de su país, como lo hizo el subcampeón de 2011 Raphael Gualazzi con la insoportablemente empalagosa “Madness of Love”. Dos años antes de que Maneskin triunfara con su escandalosa canción de rock “Zitti e buoni”, Mahmood estuvo allí ofreciendo una visión del futuro de Italia. Los críticos vieron rápidamente su potencial para emular el éxito internacional de Bad Bunny, el artista puertorriqueño que desafía los tropos tradicionales de género y masculinidad. Es una estrella fusión en todos los sentidos del término, pues equilibra el reconocimiento de la crítica con miles de millones de transmisiones por streaming, además de colaboraciones con megaestrellas como Cardi B, Jennifer Lopez, Ricky Martin y Enrique Iglesias. Mahmood dice que no le interesan los números del streaming, pero "Soldi" tiene cerca de 200 millones de transmisiones por Spotify, y está decidido a realizar futuras colaboraciones con Mura Masa y Run the Jewels.

Su segundo álbum, el atrevido y desafiante Ghettolimpo, toma su fascinación por la mitología griega y se basa en los personajes y lugares de su propia vida. “No tuve mucha inspiración (durante el encierro)”, me dijo en entrevista por Zoom, desde su apartamento en Milán. En cambio, usa varios temas recurrentes que se encuentran en esas historias (las transgresiones de los humanos, el castigo y la transformación) y los aplica a sus propias experiencias. Sobre el devastador e intensamente personal “Rapide”, se explaya sobre una relación tensa, recordando fragmentos de conversación: “Tal vez no estaré/Viernes en Loreto/Si llamas no estaré/¿Me amas? Dime que no/¿Ser infiel te hace feliz?/Por favor, no digas que no".

La portada del álbum muestra a Mahmood mirando a una piscina, de la que emerge una versión más oscura e inquietante de sí mismo. En la canción principal, confronta su lado "feo" con lo maravillosamente poético: "Mi Narciso/Solo queda su sonrisa más fea/Te juro que la cambiaré". “En el año posterior a Eurovisión, a veces me miraba en el espejo y tenía miedo, porque por dentro me sentía diferente: estaba cansado, asustado, ansioso”, dijo.

No todos querían que representara a Italia en Eurovisión. Nacido de padre egipcio y madre italiana de Cerdeña, Mahmood fue la sorprendente victoria de Mahmood en el festival de San Remo en Italia, la competencia que decide la entrada a Eurovisión de ese año, y su victoria provocó una reacción violenta entre los políticos antiinmigrantes de extrema derecha del país. La canción incluye un verso en árabe - "Waladi habibi ta'aleena" ("mi hijo, mi amor, ven aquí"), extraído de los primeros recuerdos de Mahmood sobre su padre, quien más tarde lo abandonaría a él y a su madre en el distrito de Milán de Gratosoglio (a poca distancia de donde vive ahora). Matteo Salvini, quien implementó varias políticas contra la inmigración durante su mandato como viceprimer ministro, trató de poner a sus seguidores en contra Mahmood, alegando que prefería al cantante pop italiano Ultimo como campeón de Italia.

Mahmood rió al último. Ocupó el segundo lugar en Eurovisión y "Soldi", que va en contra de la balada tradicional italiana y en su lugar aprovecha los sonidos contemporáneos del pop y el hip-hop, se convirtió en la canción de Eurovisión más escuchada en Spotify en todos los tiempos. Encabezó las listas en cuatro países y llegó al Top 10 en varios más. Junto con los campeones italianos de Eurovisión 2021, la banda de rock Maneskin, Mahmood está ayudando a deshacerse de las percepciones cansadas de la escena musical en auge del país, y atrae el entusiasmo de todo el mundo. Sus comentarios en YouTube son una auténtica Organización de las Naciones Unidas con fans griegos, franceses, ingleses, estadounidenses, israelíes y españoles.

Ghettolimpo incorpora hip hop, R&B, electrónica y pop, pero también el estilo de las baladas clásicas italianas y sardas. Canta en italiano, árabe, sardo, español y, en "Karma" con el artista francés Woodkid, en inglés. El árabe se inspiró en parte en la llamada a la oración que escuchó cinco veces al día en El Cairo, en las dos veces que visitó a su padre allí. “Estaba tan fascinado con eso”, dijo. "Así que lo usé para crear una melodía similar, porque era una parte importante de mi vida". También canta en cuartos de tono árabes, lo que en Italia es "una locura, pero no me importa un...", dice, y se calla con una sonrisa tímida.

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Ghettolimpo es un álbum conceptual, y cada canción está creada como un "nivel" en un juego. A Mahmood se le ocurrió la palabra al fusionar el "lugar más bajo" —el gueto— y el más alto, el Monte Olimpo. En este mundo, la gente es una mezcla de dios y mortal; el género, como demuestra el electrizante video de “Klan”, es inexistente. Mahmood y el director Attilio Cusani querían mostrar una comunidad interactuando entre sí sin juicios: "Queríamos dar libertad a las personas". Se ha especulado en torno a la sexualidad de Mahmood, pero a él no le gustan las etiquetas, y le dijo a Vanity Fair Italy que preferiría que no hubiera distinciones. “Las personas son solo personas”, dijo ahora. "No es importante de dónde vienes, dónde estás... lo que importa es a dónde vas". Este espíritu, que celebra la fluidez y la posibilidad, es algo que él aplica a todo”.

“En 'Klan', el tema principal es la familia, el permanecer unidos”, explica. “Parece que hablo mal de las pandillas, porque si haces algo mal, tú…”, y se pasa el dedo por la garganta. De hecho, tratan de apoyarse mutuamente, sin juzgar. “Fue una nueva experiencia ir a Madrid con todos estos bailarines despampanantes, me sentí como la oveja negra”, añade entre risas. ”Pero aprendí mucho. A veces, el grupo puede darte fuerza, la posibilidad de ser mejor". Creció en su propio tipo de pandilla; su madre tiene 12 hermanas y hermanos, por lo que tiene hermosos recuerdos de una infancia rodeado de primos de la misma edad que él. Pero este álbum se centra menos en el pasado, como lo hizo “Soldi”, y se centra en su lugar en dónde está ahora, en el presente. "Espero que ayude a la gente a comprenderme más", dijo. "Vertí mi alma en esto".

“Ghettolimpo” ya está disponible.

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