Yenny Álvarez continúa renaciendo en las pesas y da otro oro a Colombia en Centroamericanos

Perdió a su madre cuando tenía apenas 11 años. Buscó refugio en las pesas pero debió alejarse de éstas durante casi un lustro, sancionada por dopaje.

Nadie puede decir que la vida o la carrera de Yenny Álvarez ha estado exenta de dificultades. En contraste, mostró una facilidad asombrosa durante la competición del domingo y sumó otros dos oros al botín colombiano en la halterofilia de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Álvarez conquistó los títulos regionales en arranque con 99 kilogramos y en envión con 130. En ambas modalidades, la plata fue para la mexicana Janeth Gómez, quien levantó respectivamente 98 y 121 kilogramos, y el bronce para Génesis Rodríguez con 97 y 120.

La diferencia en kilogramos alzados apenas refleja la diferencia en el desempeño de las tres medallistas en las justas de San Salvador 2024. Álvarez jamás pareció sufrir y se dio el lujo de prescindir de un último intento en el envión, que le habría acercado a su mejor marca, de 133 kilogramos, impuesta en 2022 en Bogotá.

“No era necesario, ya había ganado”, explicó. “He obtenido la medalla de oro. La idea es seguirme cuidando bien, que es lo apropiado”

Después de todo, hay muchos más objetivos que cumplir en este año, una vez arrasado el oro en la categoría de los 59 kilogramos.

“El mayor objetivo que tenemos ahora es (los Juegos Olímpicos de) París 2024”, añadió. “Viene lo que es mundial, mayores, viene lo que es la Copa. En Qatar también tenemos preparación para Olímpicos, vienen Juegos Panamericanos, Juegos Nacionales, entonces estamos, como se dice, repletos de competencias y bueno, seguirnos cuidándonos para dar lo mejor”.

Álvarez se marcha de unos Juegos Centroamericanos en los que ha continuado su renacimiento. Abanderada de su delegación en la ceremonia inaugural junto con el gimnasta Andrés Felipe Martínez, se sumó al elenco de colombianos que han protagonizado las pesas en las dos primeras jornadas con la conquista de nueve oros.

Hace poco, Álvarez no pensaba en eso. Se le sancionó casi cinco años en 2015 tras dar positivo de Boldenona en un panamericano juvenil.

Vino luego la pandemia y una interrupción larga en las competiciones que podían agilizar su retorno, el cual sólo se encaminó en 2021, con una plata en el mundial de Uzbekistán. El año pasado, fue monarca en los campeonatos mundiales realizados en Bogotá.

“Esta ha sido la Yenny que ha resurgido como el Ave Fénix, ha tenido momentos difíciles, como retirarme un tiempo del deporte, como la pérdida de mi mamá y miles de vicisitudes”, enfatizó. “Pero gracias a la fortaleza de Dios estoy aquí”.

Y a sus 27 años sonrió en la Cuna del Mágico, recinto de las pesas en San Salvador, con dos oros que dedica a la madre que la dejó en la niñez.

"Siempre pienso en ella, pero ya no con dolor, sino de una forma que me motiva a continuar".