Woods aún cree que puede ganar el Masters, pero la evidencia reciente cuenta otra historia
Tiger Woods aún cree que puede ganar un Masters.
La evidencia más reciente sugiere que eso podría ser una empresa más complicado que simplemente llegar al 18vo hoyo en el campo del Augusta National.
Sin contar que tiene 48 años y más operaciones que sus 15 títulos en los majors. O que en sus últimas 10 rondas en el Masters, después de ganarlo en 2019, sólo ha tenido algo mejor que el par de campo en tres ocasiones. O que su cuerpo sólo le ha permitido disputar 24 hoyos este año.
El martes le preguntaron a Woods de lo que podría ser capaz al lado de Scottie Scheffler o el campeón defensor Jon Rahm. El grupo incluirá por primera vez desde julio a los mejores de la Gira de la PGA y LIV Golf.
“Si todo sale bien, creo que podría ganar uno más”, aseguró Woods. Tras una breve pausa dijo, “¿necesito describirlo aún más o estamos bien?”
La respuesta comenzará a ser aclarada a partir del jueves. Como siempre hay curiosidad sobre lo que puede hacer el máximo astro del golf, que en algún momento fue predecible.
Pero Woods también es práctico. Reconoce sus limitaciones por la edad y las lesiones, lo cual resiente todos los días.
“Algunos días me siento bien”, indicó. “Otros no realmente”.
Esto se debe a sus cirugías de rodilla, espalda y tobillo. Ya no cojea tanto como el año pasado cuando se tuvo que retirar antes de terminar la tercera ronda, que fue interrumpida por lluvia.
Había previsto competir más al inicio de 2024. Esto parecía razonable hasta que se saltó un torneo en Florida en marzo.
“Mi cuerpo no estaba listo”, admitió. “Mi juego no estaba listo”.
Woods admitió que no entrena tanto como antes, incluso con un campo corto como parte de su jardín en Florida. Pero para él, el Masters es una nueva oportunidad de competir en su campo favorito y en su major favorito. Eso aún importa.
El martes suele ser el día más concurrido para entrar debido a que el miércoles es un día corto por el Torneo Par 3.
Scheffler es el favorito. Roy McIlroy es un caso curioso debido a que llegó el martes (tras pasar dos días la semana pasada en Augusta) y que aceptó hablar en una conferencia de prensa si duraba menos de 10 minutos.
“Creo que intentar traer algo de normalidad en lo que intento hacer cada semana”, aseguró McIlroy. “Juego 25 semanas del año y no vale la pena hacer algo diferente esta semana o en otras”.