Olímpicos de París prometen promover derechos LGBTQ tras parteaguas en Tokio
Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París colocan los colores del arcoíris a su logotipo para conmemorar el día internacional contra la homofobia, la transfobia y la bifobia
Los organizadores de los Olímpicos de París, que el miércoles colocaron los colores del arcoíris a su logotipo para conmemorar el día internacional contra la homofobia, la transfobia y la bifobia, no se limitan a prometer unos Juegos inclusivos el próximo año.
Dicen que pretenden aprovechar la atención de los Olímpicos para extender el mensaje de que los derechos LGBTQ necesitan avanzar fuera de Francia también.
Mientras la capital de Francia definía los planes para una Casa del Orgullo a fin de celebrar a las personas LGBTQ durante los Olímpicos y Paralímpicos, los organizadores prometieron que los deportistas y activistas tendrán “muchas oportunidades” de hablar sobre derechos el próximo año en el evento.
“Creemos firmemente que París 2024 tiene una oportunidad fantástica de comunicar y demostrar que esta situación ha evolucionado”, dijo Tony Estanguet, presidente del comité organizador.
En 2021, el Comité Olímpico Internacional (COI) relajó la la regla que históricamente impedía que los deportistas hicieran manifestaciones políticas, religiosas o de creencias e identidad en los Juegos Olímpicos y permitió usar los colores del arcoíris en Tokio 2021.
En París, los deportistas tendrán “libertad de hablar y de compartir sus mensajes” cuando no estén compitiendo”, afirmó Estanguet.
“Hay muchas oportunidades para los deportistas y asociaciones de utilizar la plataforma de los Juegos para demostrar que (hay) situaciones (que) no son aceptables, que tenemos que evolucionar.
Ese no siempre ha sido el caso en los Olímpicos. Activistas LGBT que agitaron banderas arcoíris en la Plaza Roja de Moscú y protestaron en San Petersburgo fueron arrestados durante los Juegos Olímpicos Invernales de 2014 en Sochi, Rusia.
Lo que era entonces una nueva ley rusa que prohibía la “propaganda” gay, apagó los intentos de manifestación en aquellos Juegos y ayudó a acallar a cualquier atleta olímpico que de algún modo hubiera querido hablar en favor de las comunidades de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero.