Semifinal colegial cambia de sede, pasa del Rose Bowl al AT&T Stadium en Texas
El Rose Bowl, conocido como “el abuelo de todos los tazones colegiales”, se ha disputado cada año de forma ininterrumpida desde 1916.
La semifinal del fútbol americano colegial, que iba a disputarse en el Rose Bowl de Pasadena el 1 de enero, se mudará al estadio de los Cowboys de Dallas en Texas.
La medida se tomó en momentos en que está vigente una prohibición a que ingresen espectadores en los estadios de California durante la pandemia.
Bill Hancock, director general de los playoffs del fútbol americano colegial, dijo el sábado por la noche que los comisionados de conferencia encargados de definir los partidos de la postemporada llegaron a un acuerdo con Tournament of Roses para reubicar el partido, debido al “número creciente de casos de COVID-19 en el sur de California”.
Tournament of Roses es la empresa productora del Desfile de las Rosas y del Rose Bowl, partido anual de fútbol americano que se lleva a cabo en el estadio homónimo.
“El partido en Dallas permitirá que lo sigamos realizando a media tarde del día en que se festeja el Año Nuevo”, dio Hancock en un comunicado. “Estamos complacidos de que los padres y seres queridos de los estudiantes sean capaces de verlos jugar en el encuentro”.
La decisión se anunció unas 13 horas y media antes de que se definan los duelos de playoffs. Constituye el vuelco más reciente en una campaña colegial gravemente alterada por la pandemia.
El Rose Bowl, conocido como el abuelo de todos los tazones colegiales, se ha disputado cada año de forma ininterrumpida desde 1916.
Pero en los días recientes, entrenadores y directores de distintas universidades con equipos que disputarían los playoffs se han quejado de que el Rose Bowl no podrá recibir a los familiares de los deportistas, debido a las restricciones por el COVID-19. Las autoridades estatales buscan hacer frente a una crisis de salud pública que ha ejercido una presión considerable sobre los hospitales.
Brian Kelly, entrenador de Notre Dame, sugirió incluso que si los Fighting Irish eran elegidos para disputar el Rose Bowl, boicotearían el encuentro en caso de que no se permitiera la asistencia de los familiares de los jugadores.
Los organizadores del Rose Bowl pidieron a las autoridades estatales una excepción a las restricciones, que fue negada en dos ocasiones, incluida una en esta semana.