México vuelve a ganar pero sigue sembrando dudas sobre su capacidad de trascender en el Mundial
Por segundo partido consecutivo en la Copa Oro, México se sobrepuso a un mal comienzo y terminó superando a Surinam para asegurar su pasaje a la fase de eliminación directa del torneo, pero su desempeño siembra más dudas sobre la capacidad de un buen desempeño en el Mundial del 2026.
El equipo dirigido por Javier Aguirre volvió a mostrar poca profundidad en el último tercio del campo y necesitó de goles en pelota detenida de su zaguero central César Montes para sacar adelante el compromiso.
Aguirre dijo recientemente que la selección mexicana ha progresado bajo su mandato, aunque admitió que no ha sido al ritmo deseado.
De cara a un partido clave ante Costa Rica el próximo domingo por el liderato del Grupo A es buen momento para sacar algunas conclusiones.
Dependencia al gol de balón parado
Cuatro de los cinco goles de México han sido en jugadas a pelota detenida. Tres de esos terminaron en goles de Montes, inesperado líder anotador del campeonato de selecciones de la CONCACAF.
“De repente uno no tiene mucha claridad al frente, pero hay que trabajar en ello”, reconoció Aguirre. “Afortunadamente nos ha sacado a flote el balón detenido. Hemos trabajado muy bien el balón parado y tenemos buenos ejecutores”.
Lo preocupante para la selección mexicana es generar tan poco ante rivales de tan poca jerarquía como República Dominicana y Surinam, 139 y 137 de la clasificación de la FIFA, respectivamente, y que en los goles a pelota parada mostraron serias deficiencias en la marca.
“El Vasco” Aguirre ha dicho que la Copa Oro es un ensayo para el Mundial donde los equipos rivales no van a conceder goles tan sencillos en pelota parada.
“Nosotros provocamos (esos goles), porque generamos tiros de esquina y hay buena estrategia, es algo que se entrena mucho”, manifestó.
No hay un claro once titular
Por ahora México se olvidó de la fórmula de jugar con dos centros delanteros que le había dado fruto en los partidos anteriores y ahora utilizó únicamente a Raúl Jiménez en punta y con Julián Quiñones por detrás.
Además, hubo rotaciones en la banda derecha, donde Jorge Sánchez fue superado ante los dominicanos y tuvo que aparecer Israel Reyes, un central nominal en su club, pero de lateral derecho con Aguirre.
También sumaron como titulares Alexis Vega y Marcel Ruiz, destacados en el título reciente del Toluca, pero poco pudieron ofrecer en la oportunidad que recibieron.
“Cuesta mucho mantener un once fijo, porque los ves entrenar y es difícil elegir por el nivel de todos”, dijo Aguirre. “Pero de eso se trata, de tener un dolor de cabeza para elegir a los once mejores”.
Aunque es pronto para saberlo, México probablemente usará otro cuadro para el domingo ante el Costa Rica de Miguel Herrera.
¿Desencanto con el Tri en Texas?
Desde 2018 la selección mexicana ha visitado el estadio AT&T de Arlington, Texas, como parte de un acuerdo con los Cowboys de Dallas de la NFL que se renovó en el 2022 y garantiza visitas del Tri a esa sede hasta 2026.
Pero los aficionados al combinado mexicano en esa región parecen estar desencantados con el desempeño de su equipo.
Apenas en septiembre pasado, en un amistoso ante Canadá, se registró la peor asistencia a un encuentro de México en el estadio AT&T Stadium con 32.623 espectadores y en su regreso ahora ante Surinam, sólo acudieron 34.015 aficionados.
“Ganar es la fórmula, ganar y agradar, que se vaya satisfecha la gente”, dijo Aguirre. “El otro día tuvimos lleno, yo creo que la gente no es tonta, si ve a su equipo ganador, seguirá viniendo y eso es lo que buscamos”.
Al lleno al que se refería el entrenador fue en el encuentro ante República Dominicana en el estadio SoFi de Inglewood, California, donde 54.309 hinchas se dieron cita, lejos de los 70.000 que alberga ese recinto cuando está a toda su capacidad.
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