Ceremonia digna de un rey; Félix Hernández se une a Salón de la Fama de los Marineros
Félix Hernández caminó desde el bullpen mientras resonaba la canción “The Man” de Aloe Blacc por los altavoces del estadio. El venezolano subió al montículo, hizo contacto con la goma, extendió los brazos y gritó: “Ésta es mi casa”.
Por una noche más, Hernández volvió a ser el Rey Félix en el T-Mobile Park.
“Esto no es fácil para mí. Lanzar y estar en ese montículo es más fácil que esto”, comentó Hernández, quien debió hacer varias pausas por la emoción durante su discurso, en la ceremonia del sábado, en la que ingresó al Salón de la Fama de los Marineros de Seattle.
Hernández es el undécimo pelotero homenajeado así por la franquicia. Pero pocos miembros del Salón están conectados tan profundamente con la franquicia.
El Rey pasó su carrera completa de 15 años con los Marineros. Cumplió con 418 aperturas, en las que recetó 2.524 ponches. Y consiguió el único juego perfecto en la historia del equipo.
Formó parte de algunos equipos decepcionantes durante su carrera. En esas épocas, su presencia en la lomita era una de las pocas razones para acudir al parque o mirar a los Marineros por televisión.
Cuando Hernández lanzaba, la experiencia era distinta. Siempre estaba presente un grupo con jerseys amarillos, llamado “La Corte del Rey”, durante esas aperturas en casa, a partir de 2011 y hasta 2019, cuando disputó su último encuentro.
Muchos fanáticos acudían vestidos como miembros de la realeza, y festejaban cada ponche que se sumaba al total impresionante del pitcher.
Esos seguidores volvieron con sus viejos atuendos el sábado.
“Quiero agradecer a toda la organización de los Marineros, a los dueños, al personal. Tuve la bendición y la oportunidad de jugar toda mi carrera acá con los Marineros de Seattle”, dijo Hernández. “Ustedes me dieron la oportunidad en 2002 para llegar desde Venezuela. Tenía tan sólo 16 años y ustedes estuvieron a mi lado desde entonces”.
Los otros miembros del Salón de la Fama de los Marineros que asistieron incluyeron a Ichiro Suzuki, Édgar Martínez y Ken Griffey Jr. Se sentaron en sillas plegables acojinadas.
En tanto, Hernández ocupó un trono que siempre se colocaba afuera de la “Corte del Rey” durante sus aperturas.
Sin éxito, Hernández trató de contener las lágrimas durante la ceremonia. Y recibió una sorpresa cuando apareció su excompañero y amigo, Adrián Beltré. El dominicano fue también su rival, y los duelos entre ambos fueron de los más entretenidos en el béisbol.
“Es un honor verdadero. Los Marineros, el T-Mobile Park y Seattle serán siempre parte de mi corazón y serán mi hogar”, dijo Hernández.