Asistencia en el Mundial de Clubes: desde de asientos vacíos hasta ambientes 'hostiles'

A medida que se acercaba el silbatazo inicial, estaba claro: los aficionados no estaban llegando. La Copa Mundial de Clubes, el nuevo torneo de fútbol que ha sido promovido con fanfarria como la competencia que le iba a dar un estímulo al deporte más popular del mundo.
Comenzó hace una semana en Estados Unidos, donde estadios de capacidad monumental y caras entradas esperaban a las multitudes bulliciosas vistas en estadios alrededor del planeta.
Pero filas y filas de asientos vacíos el martes dentro del estadio Inter&Co de Orlando contaron otra historia.
"Es como jugar al fútbol durante el confinamiento", observó un aficionado en las redes sociales.
Durante días, el organismo rector mundial FIFA no registró la asistencia para el partido entre Mamelodi Sundowns de Sudáfrica y Ulsan HD de Corea del Sur en su sitio web oficial. No fue hasta el viernes que se reconoció una cifra de 3.412 en el sitio, aun cuando se notaban menos de 1.000 aficionados en las gradas cuando comenzó el partido.
En el otro extremo, más de 80.000 personas vieron al flamante campeón Paris Saint-Germain medirse contra el Atlético de Madrid en el enorme Rose Bowl de Los Ángeles.
La semana de apertura del torneo de un mes de duración en Estados Unidos ha tenido llamativas fluctuaciones en cuanto a la concurrencia.
Asistencia en Orlando: incómodamente baja
El partido entre Mamelodi Sundowns y Ulsan HD destaca como el punto más bajo hasta ahora para la FIFA y su presidente, Gianni Infantino, quien confía en que el Mundial de Clubes se convierta en una de las competiciones más populares —y lucrativas— del deporte.
La multitud era tan escasa que la palabra "ORLANDO", escrita en asientos amarillos en una de las gradas principales del Inter&Co, estaba casi completamente despejada. Los encargados del control de multitudes se pararon al costado y monitorearon vastas áreas de espacios vacíos en un recinto con capacidad para 25.500 personas.
El hogar del Orlando City de la MLS, entre los estadios más pequeños elegidos para albergar partidos del torneo, lució demasiado grande para el partido, incluso cuando los precios de los boletos se desplomaron a los 23 dólares.
Un partido de grupo entre equipos de Sudáfrica y Corea del Sur en gran medida desconocidos claramente no iba a mover masas. A eso hay que sumar las tormentas que obligaron a retrasar el inicio más de una hora, y que podrían haber provocado la cancelación del encuentro.
Aun así, fue una asistencia penosamente baja, y uno de los tres partidos en la semana de apertura que atrajo a menos de 10.000 aficionados.
Ni Chelsea, ni Messi, ni la MLS pueden llenar Atlanta
También hubo franjas de asientos vacíos para el partido de Chelsea contra Los Ángeles FC en Atlanta. El encuentro fue pautado durante la tarde de un día laborable, pero se esperaba un mejor resultado en la asistencia de uno de los equipos más populares de la Liga Premier contra un oponente de la MLS. No lograron llenar ni un tercio del estadio con capacidad para 71.000 personas, con 22.000 aficionados presentes.
"Creo que el ambiente era un poco extraño. El estadio estaba casi vacío", dijo el entrenador del Chelsea, Enzo Maresca.
Y aun con Lionel Messi en la ciudad para el segundo partido en Atlanta, para la victoria del Inter Miami contra el FC Porto, la multitud decidió limitarse a la asistencia de 31.783 personas.
Los precios
La incertidumbre sobre la venta de boletos había sido un punto de debate en la preparación para el torneo, con los precios cayendo dramáticamente antes del partido inaugural entre Miami y Al Ahly, disputado el sábado pasado. Una impresionante multitud de casi 61.000 personas vio ese partido en el estadio Hard Rock, aunque no se sabe cuántos pagaron los 349 dólares en los que se cotizaban los boletos en diciembre.
Hasta el martes, la FIFA dijo que se habían vendido 1,5 millones de boletos y más de 340.000 aficionados habían asistido a los primeros ocho partidos.
Infantino proclamó con orgullo que el Mundial de Clubes estaba creciendo hasta convertirse en "el pináculo indiscutible del fútbol de clubes global".
Un escenario ‘hostil’
Los números en Miami han sido buenos, nada por debajo de 55.000 y alcanzando casi la capacidad máxima con 63.587 para el partido entre Bayern Munich y Boca Juniors. Harry Kane, el delantero inglés del Bayern, quedó asombrado por el ambiente dentro un estadio en el que la hinchada de Boca se hizo fuerte: “Sabíamos que veníamos a un ambiente hostil. Sabíamos que iba a ser difícil pero fue una experiencia increíble”.
Las multitudes aún han acudido a los juegos en Miami a pesar de que se están dando en la misma semana en la que los Panthers de Florida están jugando en la Final de la Stanley Cup. Los aficionados de Boca y Real Madrid hicieron fila durante horas bajo un calor sofocante después de llegar temprano para los partidos.
Rose Bowl: hasta ahora la mejor asistencia
La mayor asistencia de la primera semana fue de 80.619 para el PSG-Atlético en Pasadena, California.de Madrid en L.A.
Para ponerlo en contexto, eso es apenas menos que los 84.163 que vieron la final de la Copa FA inglesa en el estadio Wembley y muy por encima de la asistencia de 64.327 para la final de la Liga de Campeones, el partido más trascendental del fútbol de clubes europeo.
Comparaciones con la Copa del Mundo y la Liga de Campeones
Aunque no hubo un partido con entradas agotadas en la semana de apertura, diez de los primeros 24 partidos han registrado multitudes de más de 40.000 personas, para un promedio de alrededor de 36.000.
El promedio para la Liga de Campeones la temporada pasada fue de poco menos de 46.000, según el sitio web de datos de fútbol Transfermarkt, pero las comparaciones directas son difíciles, dado que este es un formato totalmente nuevo que trae equipos de clubes de todo el mundo a Estados Unidos.
En la Copa Mundial masculina de 2022 en Qatar, hubo una asistencia promedio de poco menos de 50.000 por partido durante la semana de apertura. De los 20 partidos jugados durante ese período, la asistencia más alta fue de 88.103 y todos menos dos de esos partidos tuvieron multitudes de más de 40.000.
Rumbo al Mundial 2026
El enfoque en la Copa Mundial de Clubes ha sido intenso por más de una razón.
Todavía hay incertidumbre sobre cuánto apetito hay entre los aficionados por otro torneo de fútbol de élite y no se sabía cuántos estarían dispuestos a seguir a su equipo a Estados Unidos. Según la FIFA, la mayor demanda de boletos desde el extranjero fue de Brasil, Argentina y México.
Quizás más significativo es lo que este torneo dice sobre la Copa Mundial masculina, que se llevará a cabo en gran medida en Estados Unidos el próximo año. El Mundial de Clubes podría verse como un indicador de cómo ha crecido el interés de Estados Unidos en el fútbol desde que fue sede del evento deportivo más grande del planeta en 1994.
En ese sentido, no se trata solo de estadísticas, sino también de óptica. Por eso la FIFA esperará evitar una repetición de las escenas en Mamelodi Sundowns contra Ulsan HD.
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Los reporteros de AP Jackson Castellano en Orlando, Florida, y Allyn Tucker en Atlanta contribuyeron.
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