Hermano de Amy Bradley defiende a la familia de las acusaciones de homofobia tras el documental de Netflix
Brad Bradley, cuya hermana Amy Bradley desapareció en un crucero en 1998, habló tras las acusaciones de homofobia que enfrenta su familia desde el estreno del documental sobre Amy a principios de este mes
El hermano de Amy Bradley, la protagonista del nuevo documental de Netflix La desaparición de Amy Bradley, ha salido en defensa de su familia frente a las acusaciones de homofobia.
La docuserie de tres partes relata la desaparición de Amy, de 23 años, a bordo de un crucero de Royal Caribbean que navegaba de Aruba a Curaçao en marzo de 1998. La joven aún no ha sido encontrada, y en el documental aparecen varias teorías sobre lo que ocurrió con ella. Algunas personas habían especulado con la posibilidad de que su orientación sexual influyera en su caso.
“Nos están matando a mí y a mi familia. Internet es un lugar tóxico”, expresó Bradley a PEOPLE. “A lo largo de los años, hemos aprendido a no dejar que las críticas nos afecten, porque, ya sabes, siempre está ese lado. Tienes el lado de las oraciones, el apoyo, el amor, el cariño; todas esas cosas buenas. Y luego hay gente que intenta masticarnos y escupirnos”.
Aunque la serie arroja luz sobre el caso sin resolver, también aborda la sexualidad de Amy, quien se declaró bisexual, y cómo a sus padres, Iva y Ron, les costó aceptarlo en un principio.
“Así que la imagen que se muestra en las redes es que soy un homófobo racista que apoya a Trump y que, por supuesto, ella se suicidó. ¿Cómo iba a vivir con una familia así?”, añadió su hermano.

El documental reveló que apenas dos meses antes del crucero, Amy había confesado por teléfono a su novia, Mollie McClure, que había besado a otra persona mientras estaba bajo los efectos del alcohol.
McClure, que entonces tenía 23 años, dejó de contestar sus llamadas, lo que hizo que Amy le enviara un “mensaje en una botella”: una carta manuscrita para suplicarle perdón, que cobró un nuevo significado cuando desapareció durante el viaje familiar.
“Si van a hablar de su sexualidad y a sacarla del armario ―en especial, obviamente, en este caso, que no puede hablar por ella misma―, pensé que era importante al menos contarle a la gente que la han retratado de una manera incompleta”, aseguró Brad.
En declaraciones a PEOPLE, Brad cuenta que Amy era bisexual y salía con un hombre en el momento de su repentina desaparición, una información que al parecer no se incluyó en la serie de Netflix.
“Esa es una de las cosas que se dejó fuera”, expresó Brad. “Quiero decir, ella escribió a su novio una carta poco antes del crucero, en la que le decía que necesitaba, que quería ir más despacio, y alejarse un poco. Y sabes, creo que tenía una cierta intención de reavivar las cosas con Mollie cuando regresara a casa. De ahí el mensaje en la botella, un mes antes del crucero”.
Aunque el hermano de Amy no quiso identificar al hombre con el que salía, lo describió como “un tipo increíble” que pasaba mucho tiempo con la familia.
“Y es verdad, Amy salió con mujeres. Salió del clóset en 1995 y al principio, ya sabes, siempre me dio igual”, contó.
“De nuevo, no estoy tratando de decir que a ella no le gustaban las mujeres. Mi punto es que no solo era lesbiana. Era bisexual; salió con muchos chicos a lo largo de los años, y también con chicas”, añadió Brad.
Brad redobló la apuesta y afirmó que la sexualidad de su hermana “no [le] molestaba en lo más mínimo”.

Si bien reconoce que sus padres fueron menos tolerantes desde el comienzo, “eso ya estaba superado” para cuando Amy desapareció.
“Su novia pasaba la noche en la casa. Llevábamos a sus novias de vacaciones con la familia”, contó Brad, y señaló que él y McClure siguen siendo “buenos amigos”.
“Siempre lo fue, me cae muy bien. Pasó la Pascua con nosotros en casa, en 2024”, expresó.
Amy fue vista por última vez el segundo día del crucero, descansando en el balcón del camarote tras una noche de baile en la discoteca del barco. A la mañana siguiente, no se encontraba por ninguna parte. Su misteriosa desaparición dio lugar a una investigación del FBI, que sigue abierta al día de hoy.
En 2017, el FBI compartió fotos de cómo luciría la mujer desaparecida. También menciona que mide 1,67 metros de altura y tiene el pelo castaño. Tiene cuatro tatuajes: un demonio de Tasmania en el hombro, el sol en la parte baja de la espalda, un símbolo chino en el tobillo derecho y un geco en el estómago.
Traducción de Martina Telo