Tristeza, temor y esperanza por coronavirus en 2021-2022
Tristeza por los fallecidos y moribundos, temor a la continuación de los contagios y la esperanza de que concluya la pandemia de coronavirus conformaron de nuevo los ingredientes del cóctel semiamargo con el que el mundo dijo adiós a 2021 y dio la bienvenida a 2022
Tristeza por los fallecidos y moribundos, temor a la continuación de los contagios y la esperanza de que concluya la pandemia de coronavirus conformaron de nuevo los ingredientes del cóctel semiamargo con el que el mundo dijo adiós a 2021 y dio la bienvenida a 2022.
La Noche Vieja, que solía celebrarse sin restricciones a nivel mundial, dejó la sensación de un caso de deja vu en momentos en que la variante ómicron que se propaga rápidamente está llenando de nuevo los hospitales.
“Necesitamos alegría”, dijo Karen Page, de 53 años, una de las personas hartas que salieron a festejar en Londres “Hemos estado mucho tiempo así”.
Las celebraciones de Noche Vieja en su mayoría apagadas en el mundo marcaron el cuarto año calendario de la pandemia global. Más de 285 millones de personas se han infectado con el coronavirus en el orbe desde finales de 2019 y más de 5 millones han perecido.
En París las autoridades cancelaron el espectáculo de fuegos artificiales en medio de un incremento de las infecciones y volvieron a imponer el uso obligatorio de mascarillas al aire libre, medida acatada por la mayoría de las personas que se reunieron en los alrededores de los Campos Elíseos en las últimas horas de 2021.
En Berlín, la policía exhortó a la gente a no congregarse cerca de la Puerta de Brandenburgo, donde se efectuó un concierto sin público presencial. En Madrid, las autoridades permitieron que sólo 7.000 personas se reunieran en la plaza de la Puerta del Sol, un lugar en el centro, donde en otros tiempos solían reunirse hasta 20.000 almas para festejar.
En Estados Unidos, las autoridades adoptaron distintas posturas para las celebraciones de fin de año: se prohibió que hubiera público en un concierto de cuenta regresiva en Los Ángeles, restringieron los festejos en Nueva York y dieron manga ancha a un espectáculo de fuegos artificiales en Las Vegas para el que se esperaba una asistencia de 300.000 personas.
El presidente Joe Biden destacó las pérdidas y la incertidumbre causadas por la pandemia pero señaló: “Estamos perseverando. Nos estamos recuperando”.
“Regresamos al trabajo. Regresamos a la escuela. Regresamos a la alegría”, dijo Biden en un video difundido en Twitter. “Así capeamos este año. Y así lo haremos el próximo. Juntos”.
En Nueva York, las autoridades tenían previsto permitir la asistencia de 15.000 personas, vacunadas y con mascarilla, dentro del perímetro de Times Square, una fracción del millón que típicamente se congregaban en forma apretada para ver el famoso descenso de la esfera. El alcalde saliente Bill de Blasio, que defendió la realización del evento, dijo que la gente necesita ver que Nueva York está funcionando.
El jueves, el rapero LL Cool J canceló su presentación en una transmisión en Nueva York después de dar positivo al COVID-19. Los propietarios de restaurantes tuvieron dificultades para continuar funcionando debido a la escasez de personal y las cancelaciones a causa de la variante ómicron en la temporada de fin de año.
“De verdad estoy asustado por nuestro sector”, dijo el restaurantero de Nueva York, David Rabin, en referencia a las cancelaciones de reservaciones y fiestas. “Nadie tuvo ganancias en diciembre. Que pudieran haber tenido una buena noche esta noche, no tuvo impacto alguno”.
Las aerolíneas también pasaron dificultades a medida que se acercaba el fin de año debido a las cancelaciones de miles de vuelos después de que el virus afectara a tripulaciones de aeronaves y demás personal así como el mal clima.
Un elemento que modificó el rumbo de la pandemia en 2021 —las vacunas— continuaron siendo aplicadas a fuerte ritmo. Pakistán dijo que en 2021 logró que 70 millones de sus 220 millones de habitantes tuvieran esquema completo de vacunación y Gran Bretaña dijo haber alcanzado el viernes su meta de ofrecer un refuerzo a todos los adultos.
En Rusia, el presidente Vladimir Putin lamentó los decesos, elogió a los rusos por su fortaleza en los tiempos difíciles y advirtió con seriedad que la pandemia “no esta retrocediendo todavía”. La unidad especial para el virus en Rusia ha informado de 308.860 muertes por COVID-19 pero su agencia estatal de estadísticas señala que la cifra rebasa el doble.
“Quisiera expresar palabras de sincero apoyo a todos quienes han perdido a seres queridos”, dijo Putin en un discurso televisado poco antes de la medianoche en cada una de las zonas de los 11 husos horarios de Rusia.
En otras partes, el lugar que muchos escogieron para las celebraciones del Año Nuevo fue el mismo con el que estaban muy familiarizados durante los confinamientos: sus hogares.
El papa Francisco canceló de nuevo su tradicional visita de Nochevieja al pesebre de tamaño natural instalado en la Plaza de San Pedro para evitar que se reuniera una conglomeración. En una medida inusual, Francisco, de 85 años, se puso una mascarilla para un servicio de oración e himnos de la víspera el viernes en la noche mientras permanecía sentado en un sillón. Pero también pronunció una homilía de pie y sin mascarilla.
“La sensación de estar perdido ha aumentado en el mundo durante la pandemia”, declaró Francisco a fieles en la Basílica de San Pedro.
Francia, Gran Bretaña, Portugal y Australia figuraron entre los países que registraron nuevos máximos históricos de infecciones de COVID-19 en 2021 previo a 2022.
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Perry informó desde Wellington, Nueva Zelanda.