Presidente iraní trata de aplacar la ira ante las protestas
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, hace un llamado a la unidad nacional y trata de aplacar la ira contra los gobernantes del país, mientras las protestas antigubernamentales que han envuelto a todo el país durante semanas seguían propagándose a universidades y escuelas secundarias
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, hizo un llamado a la unidad nacional el martes y trató de aplacar la ira contra los gobernantes del país, mientras las protestas antigubernamentales que han envuelto a todo el país durante semanas seguían propagándose a universidades y escuelas secundarias.
Raisi reconoció que la República Islámica tiene “debilidades y deficiencias”, pero repitió la postura oficial de que los disturbios que comenzaron el mes pasado por la muerte de un mujer de 22 años mientras estaba detenida por la policía de la moral del país no eran sino un complot de los enemigos de Irán.
“La determinación del país hoy está centrada en la cooperación para reducir los problemas de la población", dijo durante una sesión parlamentaria. “La unidad y la integridad nacional son necesidades que dejan a nuestros enemigos sin esperanzas”.
Sus afirmaciones se hicieron eco de las del líder supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei, quien el lunes culpó a Estados Unidos e Israel, los rivales de la nación, de incitar a los disturbios en sus primeras declaraciones públicas acerca de las movilizaciones. Es una táctica habitual en los líderes iraníes, que siguen desconfiando de la influencia de Occidente desde la Revolución Islámica de 1979 y suelen culpar de los problemas internos a enemigos extranjeros sin ofrecer evidencias al respecto.
Las protestas, que comenzaron en respuesta al deceso de Mahsa Amini luego de su detención por una supuesta violación del estricto código de vestimenta de la República Islámica, se han repetido en docenas de ciudades en todo el país y se han convertido en el mayor desafío al liderazgo iraní en años. Las crecientes crisis se han agravado y han contribuido a avivar el descontento público, la represión política, la crisis económica y el aislamiento global.
Las fuerzas de seguridad han intentado dispersar las manifestaciones con gases lacrimógenos, perdigones de metal y, en algunos casos, con fuego real, según grupos de derechos humanos. La televisión estatal iraní reportó que los violentos enfrentamientos entre inconformes y la policía se han cobrado la vida de al menos 41 personas. Los grupos de derechos humanos sostienen que la cifra es mucho mayor.
Con el inicio oficial del nuevo curso académico esta semana, las movilizaciones se extendieron rápidamente a los campus universitarios, considerados durante mucho tiempo santuarios en tiempos de agitación. Videos publicados en redes sociales mostraron a los estudiantes mostrando solidaridad con los compañeros detenidos y pidiendo el fin de la República Islámica. Molestas por los disturbios, muchas universidades se pasaron a las clases online esta semana.