Grupos de prensa buscan proteger a periodistas en Afganistán
La rápida toma de Afganistán por parte de los talibanes ha hecho que las empresas de noticias traten de continuar con la cobertura al tiempo que protegen a sus periodistas y familias, y ayudan a los colaboradores que han trabajado para ellos durante las últimas dos décadas
La rápida toma de Afganistán por parte de los talibanes tiene a las empresas de noticias tratando de manera simultánea de continuar con la cobertura, proteger a sus periodistas y familias, y ayudar a los colaboradores que han trabajado para ellos durante las últimas dos décadas.
Los videos de las escenas de caos en el aeropuerto de Kabul se transmitieron repetidamente el lunes durante los noticiarios que informaban sobre la situación, la cual fue abordada por el presidente Joe Biden en un discurso a la nación.
La reportera de CNN Clarissa Ward, en una entrevista desde Afganistán, dijo que incluso algunos de los combatientes talibanes con los que había hablado estaban sorprendidos por la rapidez con la que cayó el país.
“No creo que hayan dudado de que iban a ganar”, dijo a The Associated Press “Pero tampoco creo que esperaran que ocurriera tan rápido”.
Los propios reportes de Ward desde las calles de Kabul muestran las incertidumbres sobre el futuro del país.
En un momento dado, señaló que los talibanes le habían dado permiso para grabar un reportaje para CNN, pero le pidieron que se hiciera a un lado “porque soy una mujer”.
La periodista modificó su atuendo para reflejar la toma de posesión por parte de fuerzas culturalmente más conservadoras, y portó una prenda en la cabeza que ocultaba su cabello.
Las compañías de noticias evalúan una y otra vez las necesidades de seguridad. Richard Engel, de NBC News, dijo que la cadena se había trasladado de su oficina a un lugar más seguro.
Roxana Saberi, de CBS News, transmitió el lunes desde su habitación de hotel para “CBS This Morning”, porque las instalaciones estaban cerradas.
El lunes, el editor y director general del Washington Post, Fred Ryan, envió una petición urgente de ayuda al gobierno de Biden a nombre de más de 200 periodistas, personal de apoyo y familiares de personas que trabajaban para su diario, The New York Times y el Wall Street Journal.
Por razones de seguridad, querían ser trasladados del lado civil al lado militar del aeropuerto de Kabul.
En un comunicado, A.G. Sulzberger, presidente y editor de The New York Times, dijo que los acontecimientos habían creado una situación precaria y muy cambiante.
“Quiero asegurarles que estamos haciendo todo lo posible para tratar de poner a nuestro personal, a nuestros antiguos colaboradores y a sus familias fuera de peligro tan pronto como sea humanamente posible”, dijo Sulzberger en un mensaje a toda la empresa.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) dijo que había recibido solicitudes de ayuda para salir del país por parte de 475 periodistas en Afganistán que trabajan para medios de comunicación locales e internacionales, dijo María Salazar-Ferro, directora de emergencias de la organización.
El CPJ trabaja tanto con el ejército estadounidense como con los gobiernos de Canadá, Francia, Alemania y Gran Bretaña. En conjunto buscan lugares de aterrizaje para algunos de estos periodistas y sus familias, dijo. Pero durante gran parte del lunes, ningún avión salió de Kabul.
La periodista afirmó que escuchó dos testimonios de soldados talibanes que se dirigían a los domicilios en busca de un periodista afgano en concreto. Aconsejó a los periodistas que abandonen el país, pero con los vuelos detenidos, “ahora mismo el mejor consejo es quedarse en un lugar y esperar a ver cómo evoluciona la situación”.