Concursante de Miss Universo da positivo a COVID-19
Los organizadores de Miss Universo dijeron que una de las participantes dio positivo a COVID-19 tras llegar a Israel
Los organizadores de Miss Universo dijeron el lunes que una de las participantes dio positivo a COVID-19 tras llegar a Israel El país no ha frenado sus planes para realizar el concurso de belleza a pesar de cerrar las fronteras ante la nueva variante del coronavirus.
La concursante no fue identificada y no estaba claro si tenía la variante omicron, que ha generado alarma a nivel mundial y fue detectada en un viajero que regresaba a Israel la semana pasada.
La Organización Miss Universo dijo que la mayoría de las 80 concursantes han llegado a Israel y el evento se realizará como lo planeado el 12 de diciembre en la ciudad sureña de Eilat con estrictos protocolos para el coronavirus. Las concursantes competirán en sus trajes nacionales, de gala y de baño, además de responder varias preguntas.
Israel cerró sus fronteras a todos los viajeros extranjeros durante el fin de semana, entre otras medidas implementadas, para prevenir la propagación de la nueva variante después de que un nuevo caso fuera detectado en un viajante vacunado que regresaba de Malaui. La variante fue identificada primero en Sudáfrica pero se han detectado casos desde entonces en varios países europeos así como Hong Kong y Australia.
Los organizadores dijeron que la concursante dio positivo al llegar a Israel y fue llevada a un hotel de aislamiento proporcionado por el gobierno. La participante estaba completamente vacunada y se le había hecho una prueba antes de salir rumbo a Israel, dijeron.
Israel esperaba que el concurso ayudara a atraer turistas y proyectar una imagen del país como un destino seguro durante la pandemia. Pero el certamen ya estaba en la mira ante llamados de grupos para boicotearlo por el trato del país a los palestinos.
Malasia dijo que no enviaría a una concursante por preocupaciones por el COVID y el gobierno de Sudáfrica retiró su apoyo a su representante. Ambos países apoyan la causa palestina.
La mexicana Andrea Meza, la actual Miss Universo, dijo este mes que el concurso no debería politizarse en una entrevista con The Associated Press en Jerusalén, el epicentro del conflicto.
“Todas con creencias diferentes, con orígenes diferentes, con culturas diferentes, todas se unen y cuando estás ahí se te olvida la política y la religión”, dijo Meza. “Simplemente se trata de aceptar a otras mujeres”.
Meza, de 27 años y originaria de Chihuahua, México, fue coronada en mayo durante una ceremonia aplazada por el COVID en Florida, donde las concursantes complementaron sus vestidos de gala con mascarillas para el virus. Entregará la corona en Eilat el 12 de diciembre.
Los simpatizantes del movimiento de boicot, iniciativas de desinversión y sanciones en pro de los palestinos, conocido como BDS, ven el boicot del concurso como una forma no violenta de abogar por los derechos de los palestinos. La ocupación de Israel en territorio que los Palestinos buscan para crear un futuro Estado se ha prolongado hasta su sexta década y las negociaciones de paz han estado estancadas por más de 10 años. Dos prominentes grupos de derechos humanos dicen que las políticas de Israel son como un apartheid.
Israel rechaza la etiqueta de apartheid, acusando a los grupos de activistas de parcialidad. También ha acusado a BDS de antisemitismo, señalamientos que los líderes del boicot niegan vehementemente, y dice que la meta del movimiento es deslegitimar y destruir a Israel.
PACBI, un grupo activista palestino y fundador del movimiento de boicot, había pedido a las concursantes “no afectar nuestra lucha por la libertad, justicia e igualdad” al participar en el certamen.
El movimiento de boicot ha tenido varios éxitos a lo largo de los años. Artistas importantes como Lorde y Lana Del Ray cancelaron presentaciones por las políticas de Israel. Pero los grandes artistas siguen llegando e importantes eventos como el concurso de canciones Eurovisión — que tuvo una presentación de Madonna — se han realizado en el país a pesar de los llamados al boicot.