La inteligencia artificial de Google abre un nuevo universo para la ciencia
Deepmind, la inteligencia artificial de Google, ha realizado “la mayor contribución de la IA al conocimiento científico hasta la fecha”, ya que predice la estructura tridimensional de casi todas las proteínas, a partir de su secuencia de aminoácidos.
DeepMind, la compañía de inteligencia artificial propiedad de Google, se ha vuelto famosa en los últimos años por sus increíbles hazañas. En 2021 saltó a la fama por su precisión a la hora de determinar estructuras proteicas en poco tiempo. Ahora, vuelve a copar las portadas gracias a AlphaFold, un sistema de inteligencia artificial, por un hito que va un paso más allá.
DeepMind, responsable de esa inteligencia artificial, y el Instituto Europeo de Bioinformática del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL-EBI) han realizado, gracias a la IA, predicciones de la estructura tridimensional de casi todas las proteínas, 200 millones, a partir de su secuencia de aminoácidos; estas están disponibles de forma gratuita y abierta en la base de datos AlphaFold.
“Ha pasado un año desde que lanzamos y abrimos AlphaFold, nuestro sistema de IA para predecir la estructura 3D de una proteína sólo a partir de su secuencia de aminoácidos 1D, y creamos la base de datos de estructuras de proteínas AlphaFold (AlphaFold DB) para compartir libremente este conocimiento científico con el mundo”, compartió DeepMind en su blog.
“Las proteínas son los bloques de construcción de la vida, sustentan todos los procesos biológicos de todos los seres vivos. Y, dado que la forma de una proteína está estrechamente vinculada a su función, conocer su estructura permite comprender mejor lo que hace y cómo funciona.”
Eric Topol, fundador y director del Scripps Research Translational Institute, remarcó que AlphaFold es un avance “singular y trascendental” que demuestra el poder de IA, y mostró espernza de que el sistema pueda resuolver “más misterios biológicos”.
Este ensanche incluye estructuras predichas para una amplia gama de especies, incluidas plantas, bacterias, animales y otros organismos, “abriendo nuevas vías de investigación en las ciencias de la vida que tendrán un impacto en los desafíos globales, como la sostenibilidad, la inseguridad alimentaria y las enfermedades olvidadas”.
Por su parte, Demis Hassabis, fundador y director general de DeepMind, firma británica que pertenece a Alphabet, matriz de Google, destaca “la velocidad a la que AlphaFold se ha convertido ya en una herramienta esencial para cientos de miles de científicos en laboratorios y universidades de todo el mundo”.
¿Por qué este avance es tan importante?
Una de las principales claves para entender el hito que AlphaFold ha conseguido es entender lo costoso que es descifrar la estructura de una proteína. Y es que la composición química de una proteína es solo una pequeña pieza del puzle, ya que la información reside en cómo se pliega sobre sí misma, creando microestructuras por el camino. Si no se pliega de la forma correcta, no funcionará como debería en un sistema biológico.
La idea es que analizar estas estructuras es algo increíblemente difícil y lento debido a lo complejas que son dichas formas. Esto requería experimentos muy largos, que se podían alargar muchísimo en el tiempo, para así diseñar medicamentos concretos. Lo que consiguió DeepMind con AlphaFold es que esta IA pronosticara el plegamiento de las proteínas con una precisión brutal y en muchísimo menos tiempo.
AlphaFold también ha demostrado su repercusión en ámbitos como la mejora de la capacidad para luchar contra la contaminación por plásticos, la comprensión del párkinson, el aumento de la salud de las abejas melíferas, el conocimiento sobre cómo se forma el hielo o la exploración de la evolución humana.