Senador Alex Padilla afirma que el FBI lo escoltó a la rueda de prensa del Gobierno antes de ser expulsado
El senador desmiente las afirmaciones de que no se identificó e “irrumpió” en una rueda de prensa de Seguridad Nacional
El senador demócrata por California Alex Padilla asegura que agentes del FBI lo escoltaron a una conferencia de prensa de Kristi Noem el jueves en Los Ángeles, donde luego fue abordado por la seguridad, lo que contradice la versión de los hechos de los funcionarios de Trump.
Mientras la secretaria de Seguridad Nacional hacía referencia a la actuación policial en las protestas contra el ICE de esta semana en la ciudad californiana —ante las cuales el presidente Trump tomó la polémica decisión de enviar a la Guardia Nacional y a los marines para mantener el orden—, Padilla tomó la palabra para hacer una pregunta y fue abordado por agentes del Servicio Secreto y del FBI, quienes lo sujetaron bruscamente contra el suelo, lo esposaron y lo retiraron del lugar.
Noem, los agentes y la Casa Blanca han insistido desde entonces que el senador “arremetió” contra la secretaria. Sin embargo, Padilla asegura que no fue así y brindó su propia versión de los hechos en el episodio de anoche del programa The Beat with Ari Melber en MSNBC.

El entrevistador Jacob Soboroff contó a Padilla que los agentes responsables del evento de prensa de Noem afirmaron que no lo habían reconocido y que creían que era un atacante, y que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) había desestimado todo el asunto, tachándolo de una puesta en escena política.
“Bueno, en primer lugar, eso es ridículo. Es mentira, pero es costumbre en este gobierno, ¿no?”, respondió el senador.
Padilla explicó que se encontraba en el edificio federal de Westwood por una reunión respecto del plan del Gobierno de utilizar la bahía de Guantánamo como centro de detención para inmigrantes indocumentados. Se enteró de que Noem hablaría en un salón al final del pasillo y decidió pedirle explicaciones en persona, ya que el DHS “no había respondido” a sus pedidos de información.
Continuó Padilla: “Todo el tiempo nos escoltan en este edificio federal; alguien de la Guardia Nacional, alguien del FBI. Me han revisado. Este es un edificio federal”.
“Me escoltan hasta esa sala. Y me quedo sentado al fondo de la sala, detrás de las cámaras, detrás de los periodistas, escuchando, escuchando. Y en un momento dado, ya no podía soportarlo”.

El senador aseguró que se indignó por los repetidos ataques de Noem al gobernador de California Gavin Newsom y a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, por, según Noem, dejar que las protestas se salieran de control: “Era demasiado. Entonces hablé. Me presenté y dije que tenía una pregunta”.
Sostuvo que las declaraciones de la seguridad de la secretaria de que no sabían quién era no tenían sentido, pues llevaba puesta una camiseta con la inscripción “Senado de Estados Unidos”.
Continuó Padilla: “No amenacé a nadie. No arremetí contra nadie. Alcé la voz para hacer una pregunta. Y pasó, no sé, medio segundo para que varios agentes me pusieran una mano encima”.
Soboroff concordó en que el demócrata se había identificado claramente al hablar, haciendo referencia al video del incidente, y le comentó que se lo había acusado de “irrumpir” en la rueda de prensa.
“No irrumpí en la sala”, respondió. “Como dije anteriormente, estaba en otra sala de conferencias un par de puertas más allá. Hago saber que me gustaría ir a escuchar la rueda de prensa, y los hombres que me escoltaban en el edificio me acompañaron hasta allí.

“Ni siquiera abrí la puerta. Alguien más la abrió para mí. Y me quedé unos minutos en el fondo de la sala escuchando hasta que la retórica, la retórica política era demasiado para soportarla. Entonces hablé”.
Los compañeros demócratas de Padilla expresaron su indignación. El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, aseguró que el episodio le “revolvió el estómago” y Newsom lo calificó de “indignante, dictatorial y vergonzoso”.
Por su parte, el congresista californiano Eric Swalwell ha pedido la renuncia de Noem.
No obstante, representantes republicanos como Marjorie Taylor Greene insisten en que Padilla fue el agresor y debe ser procesado.
Traducción de Martina Telo