El nuevo podcast de Meghan Markle nos dice lo mismo que la mudanza de Kate y William
La familia real no trabaja para nadie, ni siquiera para la realeza
Para el episodio inaugural de su nuevo podcast, Archetypes, la exactriz y exmiembro de la realeza, Meghan Markle, habló con la estrella del tenis que se retiró hace poco, Serena Williams. La conversación de una hora, titulada ‘The Misconception of Ambition’, se emitió el martes 23 de agosto y, durante ella, Markle y Williams profundizaron en lo que significa que las mujeres sean ambiciosas.
“No recuerdo haber sentido personalmente la connotación negativa detrás de la palabra ‘ambicioso’ hasta que comencé a salir con quien ahora es mi esposo”, contó Markle, en una aparente referencia al trato que recibió cuando comenzó una relación con el príncipe Harry. “Y al parecer la ambición es... una cosa terrible, terrible, para una mujer, según algunos. Entonces, como he sentido la negatividad detrás de esto, es muy difícil dejar de sentirlo. Tampoco puedo dejar de verlo en los millones de niñas y mujeres que se hacen menos de manera habitual”.
La conversación al final se centró en los niños y cómo a los hombres y las mujeres se les trata de manera diferente una vez que se convierten en padres. “El doble estándar entre cómo se trata a hombres y mujeres después de tener hijos es muy, muy real”, dice Markle en la narración del episodio. “Lo he sentido”.
Tanto Markle como Williams tienen hijos: Williams dio a luz a su hija Olympia en septiembre de 2017, mientras que Markle tuvo un hijo, Archie, en mayo de 2019, y una hija, Lilibet, en junio del año pasado. “La gente siempre me pregunta, ‘¿Cómo logras el equilibrio entre ser mamá y el trabajo?’”, expresó Williams. “E incluso mi esposo [el cofundador de Reddit, Alexis Ohanian], habla de esto todo el tiempo. Es como, ‘Nunca me preguntan eso’”.
Williams contó un momento en que su hija pequeña se cayó de su periquera y se rompió la muñeca, el día antes de que su madre jugara un partido. “Estaba básicamente devastado. Literalmente no podía pensar”, contó. “Me sentí muy culpable”. Williams durmió tal vez media hora esa noche y ganó su partido al día siguiente. “Dejaría cualquier cosa en cualquier momento para hacer lo que tenía que hacer por Olympia”, agregó. “En medio de una final de Grand Slam. Me iría si tuviera que hacerlo”.
En respuesta, Markle compartió una historia propia: en 2019, cuando ella y Harry (en ese momento todavía miembros de la familia real británica) hicieron una gira en Sudáfrica, la habitación en la que se suponía que su hijo Archie estaría durmiendo se incendió. La pareja, contó Markle, no se enteró hasta que regresaron de un compromiso oficial. “Y por supuesto, como madre, dices, ‘Oh, Dios mío, ¿qué?’ Todo el mundo está llorando, todo el mundo está conmocionado”, dijo. “¿Y qué tenemos que hacer? ¿Salir y hacer otro compromiso oficial? Dije: ‘Esto no tiene ningún sentido’. … Yo pensaba ‘¿Puedes decirle a la gente lo que pasó?’”.
Nunca me ha resultado difícil entender por qué Markle y su esposo optaron por renunciar a sus deberes como miembros de la realeza, pero si lo hiciera, esta historia probablemente me lo aclararía un poco. Hay algo muy familiar y frustrante en esa situación. Enfrentarse a un problema que podría resolverse fácilmente con un poco de pragmatismo (podrían haber emitido un comunicado para explicar lo sucedido y posponer los compromisos oficiales hasta el día siguiente) y que le digan que no se puede por razones sin sentido (cómo se vería, “no es la forma en que se hacen las cosas por aquí”) es muy exasperante. Es una historia breve, pero es una que ejemplifica la completa disfuncionalidad de la vida como miembro de la realeza: No, no puedes hacer esta cosa tan simple que te ayudaría a existir como ser humano. ¿Por qué? Bueno, porque si lo haces, una institución ilegítima y desactualizada podría… ¿lucir un poco mal? ¿Quizás? ¿Para algunas personas con un concepto extraño de lo que significa “malo”? No estamos muy seguros, pero en cualquier caso, ¡no!
No ayuda al caso de la familia real que el podcast de Markle se transmita al mismo tiempo que Kate Middleton y el Príncipe William se mudan a una nueva casa en Windsor. La pareja ocupará una tercera residencia para darles a sus hijos, George, Charlotte y Louis, “un poco más de libertad que la que tienen viviendo en el centro de Londres”, según una fuente real. Según PA, todavía “retendrán el departamento 1A del Palacio de Kensington, el cual se renovó con US$5,3 millones del dinero de los contribuyentes en 2013, como su residencia oficial y su base de trabajo”. El gran gasto de esta remodelación se justificó para los contribuyentes británicos, los que pagan la factura, en ese momento porque se esperaba que Kate, Will y sus hijos lo convirtieran en su hogar permanente.
“Pero también mantendrán su mansión de campo de 10 habitaciones en Norfolk, Anmer Hall, que fue un regalo de la Reina, tiene una piscina y una cancha de tenis y se sometió a un trabajo de construcción a gran escala por su cuenta”, informó PA. “La reducción de tamaño a Adelaide Cottage, que no se considera grande, significa que la niñera de tiempo completo de William y Kate, María Teresa Turrion Borrallo, vivirá en otro lugar por primera vez, al igual que el resto del personal, incluida el ama de llaves y el chef”.
Para una institución que funciona con óptica, esta es una decisión bastante interesante. No soy una experta en publicidad, pero quizás figuras de alto perfil no electas en un país que enfrenta una crisis de vivienda devastadora deberían evitar adquirir una tercera casa (también tienen una casa de campo en la finca Queen's Balmoral en Escocia) además de su ya casa palaciega cuando la inflación empieza a subir. O, como dijo Graham Smith, director ejecutivo de Republic (una organización que hace campaña para poner fin a la monarquía en el Reino Unido): “Mientras los hogares comunes apenas pueden pagar sus cuentas de energía y enfrentan una inflación paralizante, ¿por qué le damos otro hogar a William y Kate? Esto es vergonzoso”.
Por supuesto, no se puede culpar a William y Kate por querer brindarles a sus hijos más privacidad y una existencia más normal, entiendo esa parte. Pero cuanto más escucho sobre la familia real en estos días, más claro parece que la monarquía no funciona para nadie, incluidos los miembros de la realeza. Y por lo que hemos escuchado en su podcast, está claro que Markle tomó la decisión correcta cuando cortó relación y corrió.