Las personas que renunciaron a Fox News por documental de Tucker Carlson no son héroes
Jonah Goldberg y Stephen Hayes se posicionan como conservadores responsables horrorizados por un canal que ha ido demasiado lejos. Una mirada a sus propias historias sugiere lo contrario
Los comentaristas de Fox News Jonah Goldberg y Stephen Hayes renunciaron a la cadena este fin de semana en protesta. Los dos dijeron que ya no podían trabajar en una organización que promovía las mentiras y las teorías de conspiración de Donald Trump acerca del fraude electoral de 2020. En particular, señalaron a Patriot Purge, la cual es presentada por Tucker Carlson, una serie de Fox sobre la insurrección del 6 de enero que afirma de manera falsa e incoherente que la izquierda estadounidense está utilizando recursos del gobierno para encarcelar y torturar a patriotas nobles de derecha.
Es importante tener voces responsables en la derecha que denuncian a la cadena Fox. Los partidarios conservadores y la audiencia de Fox necesitan escuchar la verdad de las voces en las que confían. Trump y Fox mienten. Cuanta más gente lo exprese, mejor. Pero también es importante recordar que Goldberg y Hayes difundían mentiras y desinformación no hace mucho tiempo.
Existe una tendencia a enmarcar a los opositores de Trump de los últimos días como conservadores responsables, representativos de una sana tradición de derecha a la que debemos volver. Pero, en realidad, personas como Goldberg y Hayes prepararon el camino para Trump y Carlson. Necesitamos una estimación real de la complicidad de los “conservadores responsables” si queremos saber cómo terminamos con Trump y cómo podemos deshacernos de él.
Jonah Goldberg es un comentarista conservador desde hace mucho tiempo; fue columnista de National Review hasta 2019. Su primer libro, publicado en 2008, se tituló Liberal Fascism: The Secret History of the American Left, From Mussolini to the Politics of Meaning. Como dice el título, el libro afirma, dando la contraria a todos los eruditos responsables posibles, que el nazismo de Hitler fue un movimiento de extrema izquierda, más que de extrema derecha.
El argumento de Goldberg no es en realidad un argumento. Es una broma pesada. El libro no intenta contribuir al discurso y la comprensión académicos. Solo intenta enfurecer a la izquierda.
Más aún, el fascismo liberal es un ejercicio familiar de proyección y reversión paranoica. Trump afirma que Joe Biden se robó las elecciones de 2020 como una forma de encubrir sus propios intentos de robar las elecciones. De manera similar, Goldberg afirmó que la izquierda eran los verdaderos nazis como una forma de desviar las discusiones sobre los vínculos obvios entre el fascismo histórico y la retórica racista y nacionalista de la derecha estadounidense.
El primer libro de Stephen Hayes, publicado en 2004, se tituló The Connection: How Al Qaeda's Collaboration with Saddam Hussein has Endangered America. En él, Hayes justifica la invasión de Irak por parte de la administración Bush. En específico, afirma que el dictador iraquí Saddam Hussein trabajaba en estrecha colaboración con al Qaeda, el grupo terrorista responsable del ataque del 11 de septiembre. La conexión entre Hussein y Al Qaeda era una simple tontería para los observadores reflexivos antes de que Hayes publicara su libro. Fue desacreditado por completo por el Pentágono en 2008.
El libro de Hayes, entonces, fue un ejercicio de propaganda partidista en línea con las repetidas mentiras de Trump sobre el alcance y el peligro de la pandemia del coronavirus. Al igual que Trump, Hayes tergiversó los hechos y engañó al público para apuntalar los puntos de conversación política republicana y justificar la política de derecha fallida. Las mentiras de Trump contribuyeron a miles e incluso cientos de miles de muertes. Las de Hayes también lo hicieron.
Por supuesto, Trump tiene más poder y más culpabilidad que Hayes o Goldberg. Y sus mentiras son más descaradas y más claras, e indiscutiblemente absurdas. Ni Hayes ni Goldberg han sugerido a la gente que se inyecten lejía como una cura para Covid. A través de la incompetencia o enormes falsedades, Trump está dispuesto a ir más lejos que ellos.
Sin embargo, Goldberg y Hayes han sido durante décadas parte de una burbuja mediática de derecha que fomenta y recompensa las tonterías partidistas (como “Hitler era un izquierdista”) y las teorías de la conspiración (como “Hussein y Al Qaeda trabajaban juntos”). Ambos pusieron en marcha sus carreras al escribir basura atroz, inflamatoria y engañosa, no muy alejada de la atroz, inflamatoria y engañosa serie Patriot Purge de Tucker Carlson.
Si Goldberg y Hayes ahora quieren dejar de ser atroces, inflamatorios y engañosos, eso está muy bien. Pero es de suma importancia reconocer que Trump no es una especie de desviación extraña de un conservadurismo responsable que antes era reflexivo.
Incluso mientras repudian a Trump, Hayes y Goldberg no pueden dejar ir a Trump. En la donde carta pública explican su renuncia, también insisten en que Fox hasta hace poco era una fuerza para el bien: “Creíamos, con toda sinceridad, que el país necesitaba de Fox News”, opinan, e insisten en que la cadena ha sido “buena para el país para el y periodismo”. Sin embargo, Fox rara vez se entrega a reportajes profundos o periodismo de investigación. Decir que se desvió del camino es muy inexacto, ya que nunca estuvo en el camino en primer lugar.
La derecha sentó las bases para Trump al menos desde Nixon y Goldwater. No puedes entender a Trump si consideras que es una alternativa a Goldberg, Hayes y Fox News. Él es su hijo naranja y gritón. Y si Trump es derrotado, pero el movimiento conservador que lo dio a luz permanece en su sitio sin más introspección o responsabilidad, bueno, solo traerá otro Trump para ocupar el espacio que dejó el último.