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Los asesinatos de Delphi habían sido una obsesión para el género de crímenes reales, hasta hoy

Un hombre de la localidad fue acusado de dos cargos de asesinato en el caso de larga duración sobre las mejores amigas Abby Williams y Libby German; la policía habló hoy con la prensa sobre su investigación en curso

Clémence Michallon
Lunes, 31 de octubre de 2022 18:53 EDT
Adolescentes desaparecidas en Indiana
Adolescentes desaparecidas en Indiana
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Abigail Williams y Liberty German, conocidas como Abby y Libby, desaparecieron el 13 de febrero de 2017, cuando tenían 13 y 14 años respectivamente. El hallazgo de sus cuerpos al día siguiente en Delphi, Indiana, puso en marcha una investigación de asesinato que sigue activa hasta hoy.

Abby y Libby eran amigas y fueron a una corta excursión por una vía férrea abandonada el día que murieron. Cuando no regresaron a un punto donde acordaron que sus padres las recogerían, saltó la alarma. El hecho de que desaparecieran en tan poco tiempo se convirtió en motivo de conversación. Las inusuales pruebas que dejaron atrás fueron noticia.

Los investigadores hicieron públicas estas pruebas de forma fragmentada tras el hallazgo de los cuerpos de Abby y Libby. Primero, publicaron una grabación de la voz del principal sospechoso; después, una foto; y, finalmente, un fragmento de un vídeo. El hecho de que esos materiales procedieran del teléfono móvil de Libby no hizo más que aumentar el interés por el caso: no había mucha información sobre el posible causante de la muerte de las niñas, pero parecía que Libby, casi con toda seguridad presintiendo el peligro, había tenido de algún modo la presencia de ánimo de grabar al probable autor.

Esta imagen fue capturada en el teléfono de Libby el día que las menores fueron asesinadas
Esta imagen fue capturada en el teléfono de Libby el día que las menores fueron asesinadas (Indiana State Police)

Entonces, el lunes 31 de octubre, la policía del estado de Indiana celebró una conferencia de prensa que llevaba cinco años preparándose. Confirmaron que se había detenido a un sospechoso. Richard Matthew Allen, de 50 años, fue detenido el martes anterior y ha sido acusado de dos cargos de asesinato.

No se sabe mucho sobre las circunstancias de la detención de Allen, ni sobre las pruebas contra él. Durante la rueda de prensa del lunes, la frase más repetida tuvo que ver precisamente con esta opacidad. La investigación sigue activa, y las líneas de denuncia siguen abiertas para recibir información sobre Allen “o cualquier otra persona”. Por tanto, los investigadores mantienen en secreto prácticamente todo lo que saben del caso hasta ahora. “Aunque sé que todos ustedes esperan detalles finales hoy en relación con esta detención, hoy no será el día”, aseguró el lunes a la prensa Doug Carter, superintendente de la Policía Estatal de Indiana.

Richard Allen en una foto policial tras ser detenido por los asesinatos de Delphi
Richard Allen en una foto policial tras ser detenido por los asesinatos de Delphi (Indiana State Police)

Los documentos de acusación y la declaración jurada de causa probable han sido clasificados como confidenciales, una medida que Nicholas McLeland, el fiscal del condado, describió como “inusual” en el condado, donde normalmente se hacen públicos. Cuando uno de los periodistas presentes le volvió a preguntar al respecto, McLeland reiteró que “la investigación sigue abierta, y aunque todos los casos son importantes, la naturaleza de este caso conlleva un escrutinio adicional”. Se celebrará una audiencia pública para decidir si esos expedientes deben permanecer clasificados como confidenciales.

El secreto que rodea a estos documentos y la extraña naturaleza de la rueda de prensa (en la que la policía reunió a los medios de comunicación solo para repetirles en varias ocasiones que no podían compartir ningún detalle) han desatado las especulaciones. La línea de denuncias aún está abierta y la mención de “cualquier otra persona” sugieren que la policía puede sospechar que podría haber otras personas implicadas en los asesinatos. También es razonable suponer que las fuerzas del orden están actuando con mucha cautela en un caso que se sabe que ha atraído la atención mundial.

No creo que el deseo de conocer los detalles de la detención de Allen se deba únicamente a una curiosidad morbosa. La sed de información del público no es intrínsecamente siniestra, ni siquiera en el contexto de las historias de crímenes reales. Las fuerzas del orden confiaron en el público para ayudar a resolver este caso. Después de los asesinatos, la policía publicó la primera foto de una persona que, según ellos, era el principal sospechoso, caminando por un puente, con la cabeza gacha y las manos aparentemente en los bolsillos. Más tarde publicaron el mencionado clip de audio, en el que se oye a alguien (presumiblemente la misma persona que aparece en la foto) diciendo las palabras “Bajando la colina”. Y también el breve vídeo del sospechoso caminando, cuyo objetivo aparente era ayudar al público a identificarlo por su forma de andar. Las fotos de las chicas durante su caminata de ese día se subieron a Snapchat antes de que desaparecieran, lo que llevó a algunos a referirse a los asesinatos en Delphi como los “asesinatos de Snapchat”.

Todo este contenido se difundió mucho más allá de la comunidad local de Delphi, y mucho más allá de Indiana y Estados Unidos. Sabíamos lo suficiente como para quedar cautivados. Vastas comunidades de personas empezaron a analizar el vídeo, fotograma a fotograma. En Reddit, hay dos comunidades asociadas a la investigación de lo sucedido: el subreddit principal, DelphiMurders, tiene algo menos de 73.000 miembros; y un grupo separado, DelphiMurdersTimeline (con más de 5.000 miembros) se dedica exclusivamente a construir una apretada línea de tiempo de todo lo que sucedió ese día.

No culpo a nadie que haya buscado en Google todo lo que hay que saber sobre el caso. Yo sí lo he hecho. Pero la contenida conferencia de prensa del lunes ofreció la oportunidad de centrarse en las víctimas y sus familias por un momento, antes de que nuestra atención se desplace, como inevitablemente lo hará, a la logística del caso. La detención de Allen se produce en un momento en el que abundan las conversaciones sobre los crímenes reales, en particular sobre cómo encajan las víctimas y sus familias en el género. La dramatización de Ryan Murphy sobre el caso de Jeffrey Dahmer, estrenada en septiembre, suscitó nuevos debates sobre lo que puede aportar el género de crímenes reales, si es que puede aportar algo. ¿Es simplemente voyeurismo morboso? ¿Es una forma excelente de reunir a una comunidad de personas que pueden ayudar a resolver casos sin resolver? ¿Es un poco de ambas cosas?

Durante y después de la rueda de prensa del lunes, también se prestó atención a la comunidad local, que seguramente se verá sacudida por la detención del residente local Allen. El propio fiscal habló de “emociones encontradas”, y describió la detención como un paso “agridulce” “en la dirección correcta”. Sobre Allen, añadió: “Es preocupante que sea un tipo de la localidad”. Según NBC News, los abuelos de Libby les comentaron a los periodistas que Allen era un empleado de una tienda local de CVS, donde procesaba fotos para la familia de la menor. (CVS le replicó a la plataforma en un comunicado: “Estamos conmocionados y entristecidos al enterarnos de que uno de los empleados de nuestra tienda fue arrestado como sospechoso de estos crímenes. Estamos dispuestos a cooperar con la investigación policial en todo lo que podamos”).

Sin duda se conocerán más detalles en un futuro próximo. Allen se ha declarado inocente y se ha fijado la fecha del juicio para el 20 de marzo de 2023. Pero el lunes se trató de Abby, Libby y la gente que las conocía. Así es como debe ser.

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