Pediatra de Uvalde dice que “nunca olvidará” los gritos de las familias que querían saber sobre sus hijos
El médico describe daños horribles en los cuerpos de niños por el rifle AR-15
Un pediatra que acudió a la masacre en Uvalde, Texas, dio un vívido testimonio el miércoles y describió haber escuchado a las familias gritar los nombres de sus hijos y rogar al personal del hospital por información sobre sus seres queridos.
“Esos llantos de madres, nunca me los quitaré de la cabeza”, le expresó el Dr. Roy Guerrero a los legisladores en una audiencia del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes convocada para escuchar historias de violencia armada de las familias de las víctimas y los socorristas.
“Sé que nunca olvidaré lo que vi ese día”, agregó el Dr. Guerrero.
Continuó en su testimonio para describir el daño brutal que el arma semiautomática de alto poder utilizada por el tirador de Uvalde causó en los cuerpos de los niños muertos en el ataque.
Al describir una escena espantosa en un hospital de Texas donde él y otros trabajaron para salvar a las víctimas del tiroteo, recordó haber visto a dos niños que habían sido “decapitados”.
También contó que les dijo a los padres de una niña, Miah, que su hija estaba viva pero herida.
“La dulce Miah, la conozco de toda la vida... cuando vi a Miah sentada allí, recordé haber visto a sus padres afuera... Corrí afuera para hacerles saber que Miah estaba viva”, narró.
El Dr. Guerrero describió su decisión de testificar ante el Congreso como una extensión de sus esfuerzos para cumplir con el juramento que hizo como médico y les aclaró a los legisladores que “Me presenté porque soy médico... hice un juramento, un juramento de no hacer daño. Después de presenciar de primera mano la carnicería en mi ciudad natal de Uvalde, permanecer en silencio hubiera sido traicionar ese juramento. La inacción es un daño”, agregó.
Al igual que su compañera testigo Zeneta Everhart, culpó al Congreso por permitir que la prohibición de las armas de asalto caducara en 2004. Los tiroteos masivos aumentaron después de que se permitiera que expirara la prohibición; originalmente había sido aprobada con apoyo bipartidista bajo la administración Clinton.
Los presuntos tiradores tanto en Uvalde como en Búfalo usaron rifles estilo AR-15 para realizar sus ataques, y tras las tragedias se han reavivado los llamados para que las armas sean prohibidas en el mercado civil una vez más. Pero los senadores que trabajan en el acuerdo de la legislación en el Senado dividido en partes iguales dicen que es poco probable que la medida llegue a la legislación final.