Trump podría ser dado de alta este lunes del hospital, aseguran médicos en nuevo reporte

La enfermedad del mandatario conlleva complicaciones de seguridad, tanto a nivel nacional como internacional.

Jill Colvin,Steve Peoples,Jonathan Lemire
Domingo, 04 de octubre de 2020 14:18 EDT
El presidente Donald Trump en la suite presidencial del Hospital Walter Reed en Bethesda, Maryland, el 3 de octubre del 2020. (Joyce N. Boghosian/la Casa Blanca via AP)
El presidente Donald Trump en la suite presidencial del Hospital Walter Reed en Bethesda, Maryland, el 3 de octubre del 2020. (Joyce N. Boghosian/la Casa Blanca via AP)

El nivel de oxígeno del presidente Donald Trump sufrió una abrupta caída el sábado, pero si su condición sigue mejorando podría ser dado de alta el lunes, afirmaron sus médicos el domingo, que ahora dejaron declaraciones confusas y contradictorias como las que emplearon la víspera, cuando pasaron muchos esfuerzos para no revelar que Trump recibió oxígeno suplementario en la Casa Blanca antes de ser llevado al hospital.

El médico de la Casa Blanca, el doctor Sean Conley, fue uno de los médicos que hablaron frente a la entrada del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, en Bethesda, Maryland, donde Trump pasó su segunda noche tras caer enfermo de coronavirus.

Conley informó que el mandatario sufrió “fiebre alta” y un nivel de oxígeno en la sangre inferior al 94% el viernes, y luego el sábado también. El nivel actualmente está en 98%, dijeron los médicos de Trump.

“El presidente sigue mejorando”, expresó Conley, quien sugirió que el gobernante podría ser dado de alta el lunes.

La noche anterior, Trump publicó un video desde la suite presidencial del centro médico, en el que aseguró sentirse mejor. “Espero poder volver pronto”, afirmó. El domingo por la mañana volvió a las redes sociales compartiendo un video de partidarios suyos, que no tenían puesta la mascarilla, aglomerados frente al hospital. ”¡Muchas gracias!” tuiteó Trump a las 7:18 a.m.

Las declaraciones distintas y contradictorias de los médicos el sábado sumieron a la Casa Blanca en una crisis de credibilidad en un momento delicado, en el que aumentan las dudas sobre la salud del presidente y su capacidad de ejercer el cargo. Crece la ansiedad entre la ciudadanía, pues Trump podría quedarse en el hospital varios días, justo en la recta final de unas contenciosas elecciones nacionales.

La enfermedad del mandatario conlleva complicaciones de seguridad, tanto a nivel nacional como internacional.

El candidato demócrata Joe Biden sacó del aire sus avisos de ataque mientras dure la hospitalización de Trump, y el domingo despachó a sus voceros para que emitan mensajes conciliatorios. “Esperamos sinceramente que el presidente se recupera rápidamente y que regresa a la campaña muy pronto”, declaró Symone Sanders, una asesora de Biden. “Este es un recordatorio sombrío de que el virus es una amenaza real”, añadió la asesora en el programa “State of the Union” de la cadena CNN.

Biden estaba en su casa en Wilmington, Delaware, y no tenía planes de realizar ningún evento de campaña en persona. Ya se le practicó una prueba y dio negativo, pero en las horas siguientes deberá divulgar los resultados de una prueba posterior. La campaña de Biden ha prometido publicar los resultados de toda prueba practicada a Biden, quien tiene 77 años.

El sábado, el jefe de despacho Mark Meadows admitió ante los reporteros frente al hospital: “todavía no estamos en un sendero claro hacia una recuperación plena”. La noche del sábado, el médico de cabecera del mandatario expresó un cauteloso optimismo, pero añadió que Trump “no estaba todavía fuera de peligro”.

En el video publicado desde el hospital, Trump defendió su decisión de seguir haciendo campaña en persona en medio de la pandemia.

“Yo no tenía alternativa”, aseguró el gobernante, quien repetidamente se ha negado a seguir las recomendaciones médicas de su propio gobierno, como por ejemplo, usar mascarilla.

“No puedo estar encerrado en un cuarto totalmente protegido... Como líder uno tiene que enfrentar problemas”, aseguró.

Conley afirmó el sábado que los síntomas exhibidos por Trump —tos, congestión nasal y fatiga— “ahora están cediendo y mejorando” y que el gobernante lleva 24 horas sin fiebre. Sin embargo, dijo que Trump está tomando aspirinas, que reduce la temperatura corporal y tiende a enmascarar o mitigar los síntomas.

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Colvin reportó desde Washington. Peoples reportó desde Nueva York. Contribuyeron a esta nota la reportera de AP especializada en temas médicos Marilynn Marchione en Milwaukee, el corresponsal Bill Barrow en Wilmington, Delaware y el corresponsal Zeke Miller en Washington.

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