¿Qué tipo de leches pueden sustituir la fórmula y cuáles no deben consumir los bebés?
Tanto la AAP como la FDA piden no elaborar la fórmula láctea en casa con las recetas que circulan en internet pues ponen riesgo la salud y hasta la vida de los bebés
La escasez de fórmula para bebés en Estados Unidos derivada de la crisis de covid-19 y de los cortes en las cadenas de suministro, tiene a los padres de familia en medio de una crisis que puede llegar a representar un riesgo para el sano desarrollo de los menores si se llega a sustituir con algún lácteo o producto no recomendable. Por ello, aquí se expone una lista de los alimentos que pueden consumir los infantes sin poner su salud en riesgo.
Es importante dar a conocer que los especialistas afirman que es posible cambiar de marca cuando sea necesario, si es que no está disponible la que se usa de forma regular, a menos que se haya recetado una fórmula hidrolizada o basada en aminoácidos, en cuyo caso sí es necesario mantenerse con la misma formulación.
La leche de vaca, que es la que consumen los adultos, no contiene una cantidad suficiente de nutrientes y es algo difícil de digerir para los bebés, sin embargo, es un sustituto seguro cuando el pequeño tiene más de 6 meses de edad. Sin embargo, se recomienda que sea leche entera, pues el cerebro en desarrollo de los niños entre 1 y 2 años de edad, necesita la grasa del producto.
La AAP (American Academy of Pediatrics) no recomienda la leche de vaca para menores de 6 meses, pues no suministra suficiente vitamina E, hierro y otros ácidos grasos esenciales, mientras que tiene demasiada proteína, sodio y potasio para el organismo del menor. La Asociación no recomienda volver una rutina el consumo de leche entera de vaca por parte de los menores de entre 6 y 12 meses.
También recomienda incluir alimentos sólidos ricos en hierro durante el tiempo que se suministre leche de vaca al bebé para evitar una anemia por la falta de este nutriente.
En cuanto a la leche de cabra, la AAP recuerda que su consumo no está aprobado en los Estados Unidos para infantes, sin embargo, admite que en otros países existen fórmulas cuyo origen es la leche de cabra y que podrían ser aprobadas por la FDA para su importación de emergencia.
En cuanto a las leches de origen vegetal, la AAP no las recomienda para menores de 1 año y para mayores de esta edad pide usarlas solo por un corto periodo de tiempo, siempre y cuando sea la versión fortificada con proteínas y calcio, pues generalmente carecen de los nutrientes necesarios para el buen desarrollo del organismo de un bebé.
En ningún caso se recomienda elaborar la fórmula en casa, pues esto representa un serio riesgo para los bebés.
Beneficios de la lactancia materna
La crisis de desabasto de fórmula para bebés ha puesto la atención nuevamente en la lactancia materna, según la OMS, la mejor fuente de nutrientes para un bebé desde su nacimiento hasta los 6 meses o un año de vida.
La leche materna tiene las cantidades adecuadas de carbohidratos, proteínas y grasa que necesita el bebé, además es de fácil digestión y contiene minerales, vitaminas y hormonas adecuadas para el desarrollo del infante.
Un beneficio exclusivo de la leche materna es la cantidad de anticuerpos que provee al bebé con los que protege y evita enfermedades durante los primeros años del menor, por ello, un niño amamantado será menos propenso a tener alergias, infecciones, cólicos, gases o estreñimiento; enfermedades de la piel y enfermedades respiratorias.