Telescopio Hubble detecta un “escudo protector” alrededor de galaxias distantes
“Mucha gente estaba teniendo dificultadas para explicar cómo estos flujos de material podrían estar allí”.
El telescopio Hubble de la NASA ha detectado “escudos protectores” alrededor de galaxias distantes.
El fenómeno ha sido teorizado durante mucho tiempo por los científicos, pero por primera vez se ha confirmado que existen.
Los vecinos más grandes de nuestra Vía Láctea se conocen como las Nubes de Magallanes Grande y Pequeña, y no la tienen fácil avanzando por el espacio. Se separan no solo por las órbitas de los demás, sino también por la propia Vía Láctea.
Pero aun así, las galaxias se han mantenido juntas, intactas, e incluso están formando nuevas estrellas.
“Muchas personas tenían dificultades para explicar cómo estos flujos de material podrían estar allí”, dijo Dhanesh Krishnarao, profesor asistente en Colorado College. “Si este gas se eliminó de estas galaxias, ¿cómo es que todavía están formando estrellas?”.
Los científicos han pensado que esas galaxias deben protegerse de alguna manera, para que el contenido pueda mantenerse a salvo durante las colisiones. Ahora los investigadores finalmente han visto esa protección: un gran parachoques cósmico.
Funciona como un capullo cósmico, hecho de gas, que puede absorber algunos de los impactos.
“Cualquier cosa que intente pasar a la galaxia tiene que pasar primero a través de este material, para que pueda absorber parte de ese impacto”, explicó Krishnarao en un comunicado. “Además, la corona es el primer material que se puede extraer. Mientras renuncias a un poco de la corona, estás protegiendo el gas que está dentro de la propia galaxia y eres capaz de formar nuevas estrellas”.
La corona es probablemente los restos de una nube de gas que colapsó y formó la galaxia en primer lugar, hace miles de millones de años, señalaron los científicos.
Los científicos habían estado prediciendo la existencia de tal protección durante años. Pero la nueva investigación es la primera vez que se ve directamente.
El descubrimiento se informó en un nuevo artículo, ‘Observations of a Magellanic Corona’, publicado en la revista Nature.