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¿Qué está pasando en Sudán? Cinco puntos importantes sobre el conflicto

No hay muchas señales de que las facciones en guerra busquen llegar a un acuerdo mientras los gobiernos extranjeros se apresuran a cerrar embajadas y evacuar a diplomáticos y ciudadanos por la intensificación de la violencia

Joe Sommerlad
Miércoles, 26 de abril de 2023 17:20 EDT
Las RSF de Sudán reclaman el control del cuartel general militar del país

Estallaron enfrentamientos en la capital de Sudán, Jartum, y en otros lugares el país este mes a medida que poderosas facciones militares rivales luchan por tomar el control de la nación africana y su futuro.

Hasta ahora, más de 420 personas, incluidos 264 civiles, han muerto en el conflicto y más de 3.700 han resultado heridas.

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El repentino arrastre hacia la violencia entre el ejército sudanés y un grupo paramilitar llamado RSF (Fuerzas de Apoyo Rápido) ha dejado varados a miles de extranjeros, incluidos diplomáticos y trabajadores humanitarios en el país. El Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Grecia, Egipto, Arabia Saudita y los estados del Golfo se encuentran entre los países que cerraron sus embajadas y trabajan para evacuar a sus ciudadanos.

Actualmente, las evacuaciones se están realizando por transporte aéreo y a través de Port Sudan en el mar Rojo, que se encuentra a unas 500 millas (805 km) al noreste de Jartum por carretera. Sin embargo, han sido complicadas por el hecho de que la mayoría de los principales aeropuertos se han convertido en campos de batalla y el movimiento fuera de la capital ha resultado peligroso.

Si bien las familias británicas atrapadas en los combates acusaron al gobierno del Reino Unido de abandonarlas, el primer ministro Rishi Sunakelogió los esfuerzos diplomáticos para conseguir un paso seguro. James Cleverly, secretario de Asuntos Exteriores que está involucrado en negociaciones en curso, y el ministro de Relaciones Exteriores, Andrew Mitchell, les aseguran que se están explorando todas las vías.

Alicia Kearns, presidenta conservadora del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, le dijo al programa Today de BBC Radio 4 que la cantidad de personas que esperan ser evacuadas podría ser de “3.000 a 4.000 más”. Agregó que los que estaban en el terreno vivían con “miedo abyecto”, les quedaba poca comida y agua e incluso tuvieron que recurrir a matar a sus mascotas en algunos casos “porque les preocupa morir de hambre”.

Un hombre le dijo a la BBC que su empleador lo había mandado en un autobús porque “no hemos recibido absolutamente nada más que tonterías del gobierno”.

Mientras tanto, la familia de Trillian Clifford, una maestra estadounidense atrapada en Sudán con su pequeña hija, le dijo a The Independent que ella está “aterradísima” y apeló al Departamento de Estado para que la rescaten.

1. ¿Qué está pasando en Sudán?

La tensión llevaba meses acumulándose entre el ejército de Sudán y las RSF, que juntas derrocaron a un gobierno civil en un golpe de estado en octubre de 2021.

La fricción llegó a un punto crítico por un plan respaldado de manera internacional para lanzar una nueva transición con partidos civiles. Estaba prevista la firma de un acuerdo final a principios de abril, en el cuarto aniversario del derrocamiento del autócrata de larga data Omar al-Bashir en un popular levantamiento.

Tanto el ejército como las RSF debían ceder el poder según el plan y dos temas resultaron particularmente polémicos: uno era el cronograma para que las RSF se integraran a las fuerzas armadas regulares y el segundo era cuándo se colocaría formalmente al ejército bajo supervisión civil.

Cuando estallaron los combates el 15 de abril, ambos bandos se culparon entre ellos de provocar la violencia. El ejército acusó a las RSF de movilización ilegal en los días anteriores y las RSF, mientras se desplazaban por sitios estratégicos clave en Jartum, alegaron que el ejército había tratado de tomar todo el poder en un complot con los leales a Bashir.

2. ¿Quién lucha contra quién?

Los protagonistas de la lucha por el poder son el general Abdel Fattah al-Burhan, jefe del ejército y líder del consejo gobernante de Sudán desde 2019, y su adjunto en el consejo, el líder de las RSF, el general Mohamed Hamdan Dagalo, comúnmente conocido como Hemedti.

A medida que se desarrollaba el plan para una nueva transición, la ideología de Hemedti coincidió más estrechamente con los partidos civiles de una coalición, las FFC (Fuerzas de la Libertad y el Cambio), que compartió el poder con los militares entre el derrocamiento de Bashir y el golpe de estado de 2021.

Nubes de humo en el cielo de Jartum
Nubes de humo en el cielo de Jartum (Maheen S/AP)

Diplomáticos y analistas dijeron que esto era parte de una estrategia de Hemedti para transformarse en un hombre de estado. Tanto el FFC como Hemedti, que se enriquecieron gracias a la extracción de oro y otras empresas, destacaron la necesidad de dejar de lado a los leales a Bashir y a los veteranos de tendencia islamista que habían recuperado un punto de apoyo tras el golpe y están firmemente arraigados en el ejército.

Junto con algunas facciones rebeldes a favor del ejército que se beneficiaron de un acuerdo de paz de 2020, los leales a Bashir se opusieron al acuerdo para una nueva transición.

3. ¿Qué está en juego?

El levantamiento popular había generado esperanzas de que Sudán y su población de 46 millones pudieran salir de décadas de autocracia, conflicto interno y aislamiento económico bajo Bashir.

El conflicto no solo podría destruir esas esperanzas, sino también desestabilizar una región volátil que bordea el Sáhel, el mar Rojo y el Cuerno de África.

También podría ser relevante para la competencia por la influencia en la región entre Rusia y los Estados Unidos y entre las potencias regionales que han cortejado a diferentes actores en Sudán.

4. ¿Y los otros países?

Las potencias occidentales, incluidos Estados Unidos y el Reino Unido, apoyaban una transición hacia elecciones democráticas tras el derrocamiento de Bashir. Suspendieron el apoyo financiero después del golpe y luego respaldaron el plan para una nueva transición y un gobierno civil.

Las potencias ricas en energía, Arabia Saudita y los EAU (Emiratos Árabes Unidos), también han tratado de dar forma a los acontecimientos en Sudán y consideran la transición lejos del gobierno de Bashir como una forma de hacer retroceder la influencia islamista y reforzar la estabilidad en la región.

Los estados del Golfo han buscado inversiones en sectores que incluyen la agricultura, donde Sudán tiene un gran potencial y puertos en la costa del mar Rojo.

(Marwan Ali/AP)

Rusia ha estado buscando construir una base naval en el mar Rojo, mientras que varias empresas de los EAU se han inscrito para invertir. Un consorcio de los EAU firmó un acuerdo preliminar para construir y operar un puerto y otra aerolínea con sede en los EAU acordó con un socio sudanés crear una nueva aerolínea de bajo costo con sede en Jartum.

Burhan y Hemedti desarrollaron vínculos estrechos con Arabia Saudita después de enviar tropas para participar en la operación liderada por Arabia Saudita en Yemen. Hemedti ha entablado relaciones con otras potencias extranjeras, incluidos los Emiratos Árabes Unidos y Rusia.

Egipto, gobernado por el militar presidente Abdel Fattah al-Sisi, quien derrocó a su predecesor islamista, tiene vínculos profundos con Burhan y el ejército y recientemente promovió una vía paralela de negociaciones políticas a través de partidos con vínculos más fuertes con el ejército y el gobierno anterior de Bashir.

5. ¿Qué podría pasar?

Las partes internacionales pidieron un alto el fuego y un retorno al diálogo, pero las facciones en guerra han mostrado pocas señales de compromiso.

El ejército describió a las RSF como fuerza rebelde y exigió su disolución, mientras que Hemedti calificó a Burhan de criminal y lo culpó de provocar la destrucción del país.

Aunque el ejército de Sudán dispone de recursos superiores, incluido el poder aéreo, las RSF se expandieron hasta convertirse en una fuerza estimada en 100.000 hombres que se había desplegado por Jartum y sus ciudades vecinas, así como en otras regiones, haciendo surgir el espectro de un conflicto prolongado que se suma a una crisis económica de larga duración y a las necesidades humanitarias existentes a gran escala.

Las RSF también pueden aprovechar el apoyo y los lazos tribales en la región occidental de Darfur, donde surgió de las milicias que lucharon junto a las fuerzas gubernamentales para aplastar a los rebeldes en una brutal guerra que se intensificó a partir de 2003.

Informes adicionales de Reuters

Traducción de Michelle Padilla

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