Pandemia propicia el alza de solicitudes de ayuda por desempleo y apoyo económico en EE.UU.
El aumento en las infecciones confirmadas y temores sobre su efecto en la economía están presionando los mercados financieros.
El número de personas que solicitaron prestaciones por desempleo en Estados Unidos subió la semana pasada a 742.000, el primer incremento en cinco semanas y un indicio de que el resurgimiento del coronavirus está desacelerando la economía y forzando a más compañías a eliminar empleos.
El empeoramiento de la pandemia y la llegada del frío pudieran acelerar los despidos en las próximas semanas. De los aproximadamente 20 millones de estadounidenses que reciben actualmente alguna forma de ayuda por desempleo, la mitad perderán esas prestaciones al expirar dos programas federales al final del año.
“El riesgo de más pérdidas de empleos e ingresos es elevado ahora por la reducción de actividades de negocios”, dijo Rubeela Farooqi, principal economista para Estados Unidos en la firma de pronósticos High Frequency Economics. “Además, la expiración de las prestaciones federales al final de este año ha renovado las presiones sobre los ingresos de los hogares. En general, el mercado laboral sigue presionado”.
El reporte el jueves del Departamento de Trabajo mostró que las solicitudes de ayuda por desempleo subieron de 711.000 la semana anterior. En marzo, cuando la pandemia se intensificó por primera vez, el número había llegado a 6,9 millones. Antes de eso, la cifra se había mantenido sobre 225.000 a la semana.
El aumento en las infecciones confirmadas y temores sobre su efecto en la economía están presionando los mercados financieros. El Dow Jones declinó al inicio de la sesión del jueves por tercer día consecutivo.
La modesta recuperación económica está cada vez en mayor riesgo, con las nuevas infecciones confirmadas en Estados Unidos disparándose 80% en las dos últimas semanas, a su mayor nivel registrado. Más estados y ciudades están emitiendo órdenes de usar mascarillas, limitando el tamaño de las reuniones, restringiendo la capacidad de comensales en restaurantes, cerrando gimnasios o reduciendo las horas y la capacidad de bares y otros negocios. Al menos 15 estados han arreciado las restricciones a negocios para tratar de combatir las infecciones.