Advertencia de tormenta solar: Una llamarada de plasma amenaza con una perturbación geomagnética en la Tierra
Se espera que las auroras boreales aumenten en intensidad como resultado de la eyección de masa coronal
Una tormenta solar podría causar alteraciones geomagnéticas anormalmente grandes el jueves y viernes, advirtió la Met Office (Oficina Meteorológica) del Reino Unido.
Una llamarada solar expulsada del Sol disparó partículas con carga magnética y plasma de la atmósfera del Sol el miércoles, todo esto llegará a la Tierra a última hora del 23 de diciembre.
Las tormentas solares severas pueden causar interrupciones en las redes eléctricas y los servicios satelitales. Sin embargo, el efecto más notable suele ser un aumento en la intensidad de las auroras boreales.
El Pronóstico del Tiempo Espacial de la Met Office advirtió de una “erupción de clase moderada” en las últimas 24 horas que podría conducir a una tormenta geomagnética desde el jueves por la noche y hasta el viernes.
“Esta llamarada puede haber producido una CME (eyección de masa coronal), pero se requieren más análisis para saber si esto afectará a la Tierra”, declaró la agencia meteorológica del Reino Unido en su pronóstico.
“También se requieren más análisis para una CME que salió del Sol alrededor de las 7:30 pm GMT del 21 de diciembre, ya que puede tener un componente dirigido a la Tierra”.
El Sol ha estado inusualmente activo durante la última semana, según la Red de Clima Espacial de la ESA (Agencia Espacial Europea), hay varias regiones activas que producen erupciones solares.
Si bien es probable que ninguna de ellas cause una interrupción notable en la Tierra, los científicos han advertido de una supuesta súpertormenta solar en los próximos años que podría hundir al mundo en un “apocalipsis de Internet”.
Tal evento interferiría con el campo magnético de la Tierra, el cual protege al planeta de las partículas cargadas emitidas por el Sol, conocidas como viento solar.
El ciclo de vida natural creciente y menguante del Sol significa que aproximadamente una vez cada 80-100 años, estos vientos aumentan hasta convertirse en un evento climático extremo.
Las últimas grandes tormentas solares ocurrieron en 1859 y 192 y causaron daños masivos a la red de telégrafos en ese momento.
La dependencia global de la tecnología en los años transcurridos desde entonces significa que la próxima gran tormenta podría causar muchas más interrupciones, y un estudio a principios de este año advirtió que no se ha probado la solidez de los cables de Internet submarinos para tales eventos climáticos espaciales.