Cómo los psicodélicos cambiaron mi vida
Un creciente cuerpo de evidencia clínica apunta a la eficacia de la KAP asistida con ketamina en el tratamiento de la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático y el trauma
A veces en la vida las cosas son demasiado. El estrés se acumula sobre el estrés. Los días caóticos se convierten en noches tortuosas e inquietas. Te cuestionas a ti mismo a medida que tus niveles de energía bajan más y más. Una tarea básica que antes se manejaba sin pensarlo un instante se convierte en algo que requiere una fuerza hercúlea para realizarla.
Entre 2000 y 2019, disfruté de una carrera satisfactoria como financiero. Tras quince años en la gestión de activos a orillas del lago de Ginebra, me trasladé a Nueva York. En ese tiempo, construí dos empresas desde cero. El trabajo era muy exigente, pero en general, la vida era buena. Y entonces, hace unos 10 años, experimenté un agotamiento aterrador.
Cuando todo llegó a su fin, lo intenté prácticamente todo para mejorar. Mis médicos me recetaron innumerables inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), ya que se centraron en ayudarme a controlar mis síntomas en el nivel más básico. Acudí a numerosos psicoterapeutas que hicieron todo lo posible por mí. Pero nada funcionó. La psicoterapia y la medicación convencionales se centraban en el tratamiento de mis síntomas, no en la causa fundamental de mi enfermedad.
Entonces conocí los psicodélicos, primero con la ayahuasca y después con la psicoterapia asistida con ketamina (KAP). La experiencia fue transformadora para mí. Gracias a la KAP, pude profundizar en la causa de mi agotamiento en lugar de limitarme a tratar los síntomas.
Después de un curso de KAP, quedó claro por qué se produjo mi agotamiento. Por primera vez, comprendí la verdad. Mi agotamiento no era un fin en sí mismo. Era un síntoma de un caso grave de trastorno de estrés postraumático (TEPT) no diagnosticado anteriormente. Este cambio de vida me llevó a dejar las finanzas y volver a la universidad para estudiar psicología clínica.
En todo el mundo hay una necesidad clara y evidente de un cambio de paradigma en la salud mental. Esto significa pasar de un enfoque centrado en la gestión de los síntomas a otro centrado en la causa de la enfermedad mental.
A pesar de décadas de trabajo por parte de clínicos dedicados y de miles de millones de dólares de inversión, la psicoterapia convencional sigue arraigada en la gestión de los síntomas. De hecho, la psicoterapia convencional aún no se ha vuelto experta en encontrar y abordar la causa fundamental de los problemas de salud mental de una persona. Tomamos más medicación antidepresiva que nunca, pero el mundo nunca ha estado tan deprimido.
En el Reino Unido, el NHS informa de que se recetaron 20.5 millones de medicamentos antidepresivos entre octubre y diciembre de 2020. Esto supuso un aumento del 5% respecto a los 19.6 millones del trimestre anterior, y un aumento del 6% respecto a los 19.3 millones de artículos si se compara con el mismo trimestre de 2019/20.
En EE.UU., antes de la crisis, el Centro Nacional de Estadísticas de Salud estimó que unos 50 millones de estadounidenses luchaban contra la depresión y la ansiedad. La pandemia ha exacerbado la crisis de salud mental, y se estima que unos 100 millones de personas se enfrentan a la depresión y la ansiedad en estos momentos. Actualmente se pierden unos 44 mil millones de dólares al año en productividad debido a la depresión, mientras que el coste previsto de la salud mental en la economía mundial para 2030 es de 16 billones de dólares.
Los psicodélicos no son una panacea para la salud mental. Sin embargo, a través de unos mil ensayos clínicos realizados en EE.UU. sobre psicoterapia asistida por psicodélicos, un creciente conjunto de pruebas clínicas apunta a la eficacia de la PAK asistida por ketamina en el tratamiento de la depresión, la ansiedad, el TEPT y los traumas.
La psicoterapia asistida por psicodélicos podría ser la respuesta para un mundo que pide a gritos un cambio de paradigma en la salud mental. Ya es hora de que los reguladores, los clínicos y los pacientes por igual despierten al potencial transformador de los psicodélicos. Si lo hacen, un nuevo mundo de bienestar es posible.
Jonathan Sabbagh es cofundador de Journey Clinical Inc., es estudiante de psicología clínica en la New School de Nueva York.