Hablar dos idiomas desde la juventud podría prevenir la demencia

Hablar más de un idioma no solo ayuda a relacionarte con personas de otras naciones y culturas; según expertos, también podría retrasar el deterioro cognitivo en los adultos mayores.

Un estudio acerca del bilingüismo publicado en la revista Neurobiology of Aging, y el cual llevó dos décadas de trabajos de investigación por expertos alemanes, detalló que utilizar dos idiomas a diario y desde muy temprana edad, provocó que los pacientes de la tercera edad consultados, obtuvieran:

Lo anterior en comparación con los pacientes que solo hablaban un idioma.

El estudio publicado en el mes de abril analizó a 746 personas de entre 59 y 76 años de edad y, cerca del 40% de ellos, no tenía problemas severos de memoria; mientras que el resto, eran pacientes que en algún momento visitaron clínicas debido a padecimientos de confusión o pérdida de la memoria.

A todos se les aplicaron pruebas de vocabulario, memoria, atención y cálculo. Y, de manera sorprendente, las personas que practicaban dos idiomas desde jóvenes (entre los 13 y 30 años o entre los 30 y 60 años), tuvieron puntuaciones más altas en los tests de memoria, lenguaje, atención y concentración; en comparación con los que no eran bilingües.

Cabe destacar que existen versiones encontradas en torno a los beneficios del bilingüismo, puesto que algunos expertos aseguran que no existe un apoyo claro a largo plazo, en caso de dominar dos idiomas o más todos los días.

Los neurocientíficos que sí creen en sus beneficios refieren que el cambiar la conversación con fluidez en dos idiomas, puede provocar el surgimiento de otras habilidades, entre ellas, hacer tareas simultáneas y la gestión de emociones y autocontrol. Esto, presuntamente, ayudaría a retrasar la demencia y mantener activo el desarrollo cognitivo.

En febrero del año pasado, la Universidad de Harvard reveló que el agua es una de las bebidas vitales y saludables para el cuerpo humano; sin embargo, hay dos bebidas más que si las consumes moderadamente y sin azúcar podrían potenciar el sistema inmunitario y prevenir enfermedades como la demencia.

Esas dos bebidas son nada más y nada menos que el café y el té. En lo que respecta a la primera, dosis moderadas de esta bebida, aumentan el estado de alerta y la capacidad de concentración de casi todas las personas; sin embargo, la institución reveló que grandes cantidades de esta, pueden provocar aceleración en el ritmo cardiaco, ansiedad e, inclusive, insomnio o falta de sueño.

Referente al té, la prestigiosa institución educativa mencionó que esta bebida histórica y con tradición, debe ser consumida simplemente añadiéndola al agua. De esta forma, el té conserva sus propiedades de hidratación y brinda muchos beneficios a la salud.

Entre otras recomendaciones que brinda la institución es el consumo controlado de leche, zumos, jugos y bebidas azucaradas, máximo un vaso al día.