Rescatan a 54 migrantes en el Río Grande, Nuevo México, EE. UU.
Según afirmó uno de los rescatistas, los contrabandistas estarían recomendando a los migrantes esconderse en el agua
Según reportaron las autoridades, 54 migrantes fueron rescatados este martes en un tramo del Río Grande, entre los estados de Texas y Nuevo México (EE. UU.), lo que representa una cifra sin precedentes.
El departamento de bomberos de Sunland Park, Nuevo México, recibió este martes una alerta sobre un grupo de personas en el Río Grande, en un tramo cercano a El Paso (Texas) y al estado mexicano de Chihuahua, donde una gran cantidad de migrantes ha fallecido en las últimas semanas.
Entre los socorristas se encontraban 30 buzos, cuatro departamentos de bomberos, y el Servicio de Búsqueda y Rescate de El Paso; la Patrulla Fronteriza de EE. UU. también colaboró con el rescate.
Al parecer, seis de los migrantes tenían hipotermia por permanecer demasiado tiempo en el agua; tres fueron trasladados a hospitales locales en estado no crítico.
“Los contrabandistas al sur de la frontera, en México, les están recomendando a los migrantes que se escondan en el agua”, explicó Daniel Medrano, del departamento de bomberos de Sunland Park, al noticiero KTSM. “Algunos de estos migrantes han llegado a pasar mucho tiempo dentro del río, hasta tres o cuatro horas”, añadió.
Presuntamente, todos los rescatados son adultos.
Este trecho de la frontera es particularmente peligroso. A principios de este mes, las autoridades encontraron a cuatro migrantes muertos por insolación, y a otros tres a finales de junio. Según El Paso Times, en el último mes, alrededor de 20 personas han muerto cruzando la frontera.
En la zona de la frontera de El Paso, que incluye el lugar en el que se efectuó el rescate, las muertes de migrantes se han duplicado entre 2022 y 2023; se espera que este problema se agrave a causa del calor extremo y las restricciones al asilo legal impuestas por el Gobierno del presidente Joe Biden.
Según el medio Border Report, entre octubre de 2023 y junio de este año, más de 100 migrantes murieron en esta área, lo cual representa casi el doble de la cantidad de muertes reportadas en el mismo periodo el año pasado.
“Desde que vimos la orden ejecutiva [de Biden], y desde que comenzaron a rechazar muchas más solicitudes de asilo, supimos que los migrantes podrían empezar a tomar rutas alternas mucho más peligrosas para buscar refugio en EE. UU.”, dijo al medio Alan Lizarraga, vocero de la sede de El Paso de la Red de Derechos Humanos en la Frontera.
El mes pasado, el Gobierno de Biden aprobó una norma que permite al presidente cerrar la frontera a quienes solicitan asilo legal si el promedio de cruces diarios supera los 2.500 migrantes.
Como ha informado The Independent, funcionarios estadounidenses de ambos partidos saben desde hace mucho tiempo que implementar una seguridad fronteriza más estricta en los puertos de entrada obliga a los migrantes a intentar cruzar la mayormente desértica frontera entre EE. UU. y México en zonas más remotas, e incluso mortíferas.
En 1994, durante el Gobierno de Bill Clinton, la Patrulla Fronteriza adoptó una estrategia de “prevención a través de la disuasión”, que restringió el paso en puntos de cruce frecuentes como Tijuana y El Paso para empujar a los migrantes a las zonas rurales no pobladas, y ponerlos en una situación de “peligro mortal”.
Traducción de Sara Pignatiello