Violencia armada es la principal causa de muerte entre niños estadounidenses
Los funcionarios de salud advierten que la violencia armada sigue siendo una “grave amenaza para la salud pública que debe abordarse”
La masacre de 19 niños pequeños y dos maestras en una escuela primaria de Uvalde, Texas, ha destacado el aumento de la amenaza para la salud pública que representa la violencia armada entre los niños estadounidenses.
En 2020, las lesiones relacionadas con armas de fuego superaron a los accidentes automovilísticos como la principal causa de muerte entre los niños y adolescentes de EE.UU., según un análisis reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades del país.
Entre 2019 y 2020, el aumento relativo de muertes relacionadas con armas de fuego entre los niños, incluidos homicidios, suicidios y disparos no intencionales, fue del 29,5 por ciento, más del doble que el aumento entre la población general. Ese pico representa 4.368 estadounidenses menores de 19 años que murieron a causa de la violencia armada en 2020.
En 2020, el año más reciente del que hay datos disponibles, hubo 19.384 homicidios con armas de fuego en los EE.UU., la mayor cantidad desde al menos 1968, y otras 24.000 personas se suicidaron con armas de fuego, lo que elevó el número total de muertes relacionadas con armas a más de 45.000.
“Las crecientes tasas de mortalidad por armas de fuego son una tendencia a largo plazo y demuestran que seguimos sin proteger a nuestra población más joven de una causa de muerte prevenible”, observó Jason Goldstick, profesor asociado de investigación de medicina de emergencia en Michigan Medicine, co -autor del informe.
La coautora Rebecca Cunningham, vicepresidenta de investigación de la Universidad de Michigan, señaló que “la violencia con armas de fuego es uno de los desafíos más críticos que enfrenta nuestra sociedad y, según los datos federales más recientes, esta crisis se está volviendo cada vez más intensa”.
El 25 de mayo, la doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., dijo en un comunicado que la masacre en Uvalde sirve como otro sombrío recordatorio de que la violencia armada sigue siendo una “grave amenaza para la salud pública que debe abordarse”.
Durante más de dos décadas, las muertes relacionadas con armas de fuego ocuparon el segundo lugar después de los accidentes automovilísticos como la principal causa de muerte entre los niños, pero esa brecha se ha reducido desde 2016, ya que la proliferación de tecnología de seguridad y el uso de cinturones de seguridad han ayudado a reducir la tasa de mortalidad de accidentes automovilísticos.
“La ciencia de la prevención de lesiones desempeñó un papel crucial en la reducción de las muertes automovilísticas sin sacar los automóviles del camino, y aquí tenemos una oportunidad real de generar un impacto similar para reducir las muertes por armas de fuego mediante la aplicación de una ciencia rigurosa de prevención de lesiones”, explicó el coautor del informe. Patrick Carter, profesor asociado de medicina de emergencia y de conducta y educación sanitaria.
El estado de Texas, sin embargo, tiene algunas de las leyes sobre armas de fuego más indulgentes de los EE.UU, con una tasa de muertes por armas comparable con la de Illinois, y tasas per capita de homicidios con armas que casi duplican la de California y triplica la de Nueva York.
Los homicidios con armas de fuego en el estado han aumentado más del 90 por ciento durante la última década, según el Centro de Derecho para Prevenir la Violencia Armada Giffords.
En 2021, el gobernador Greg Abbott firmó una ley que ponía fin al requisito de que los tejanos obtengan una licencia para portar una pistola, lo que significa que prácticamente todas las personas mayores de 21 años pueden comprar un arma.
El estado también permite a sus residentes portar rifles en público sin permiso.
La masacre en Uvalde del 24 de mayo es una entre varias masacres letales en el estado, incluidos un par de tiroteos en la base militar de Fort Hood en 2009 y 2014, y tiroteos masivos en una iglesia en Sutherland Springs en 2017 y en un Walmart en El Paso en 2019.