El dueño del Royal Mail británico dice haber aceptado una oferta de compra de un millonario checo
El propietario del Royal Mail británico ha aceptado una oferta de adquisición de 3.600 millones de libras (4.600 millones de dólares) del inversionista checo Daniel Křetínský, según anunció el miércoles el dueño actual.
Según el acuerdo, el EP Group de Křetínský compraría International Distribution Services, propietaria del servicio postal británico, por 370 peniques (4,72 dólares) por acción.
El acuerdo valoraba IDS en 5.200 millones de libras (6.600 millones de dólares), incluida la deuda.
El EP Group ofrecería una serie de “compromisos e intenciones contractuales” para proteger el aspecto de servicio público del Royal Mail, una organización que tiene 500 años de historia.
El servicio postal, que fue propiedad estatal durante mucho tiempo, fue privatizado en 2013 por el gobierno conservador británico y ha tenido problemas financieros.
IDS dijo que no se preveía un gran número de despidos como parte del acuerdo, que debe ser autorizado por los accionistas. Según el plan, Royal Mail mantendría su nombre e imagen de marca, su sede en Reino Unido y su obligación de repartir correo seis días a la semana.
Křetínský, que ya posee una participación del 27% en la matriz de Royal Mail, tiene un amplio catálogo de intereses empresariales en toda Europea. En República Checa posee editoriales de libros, un diario deportivo y revistas, y es copropietario del periódico francés Le Monde. También tiene participaciones en firmas como Macy's, Foot Locker y la cadena británica de supermercados Sainsbury’s.
Además, posee una participación en el club de fútbol West Ham, que juega en la Premier League.
Křetínský señaló que su empresa “tiene el máximo respeto por la historia y la tradición del Royal Mail, y sé que poseer este negocio va acompañado de una enorme responsabilidad, no sólo hacia los empleados, sino hacia los ciudadanos que dependen de este servicio cada día”.
Dave Ward, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Comunicación, dijo que celebraba algunos de los compromisos anunciados, aunque añadió que “la realidad es que los trabajadores postales en Reino Unido han perdido toda confianza en la alta dirección del Royal Mail y el servicio ha sido deteriorado de forma deliberada”.
“Nos reuniremos con EP Group la próxima semana y pediremos un reinicio completo de las relaciones laborales e industriales, la restauración de los servicios postales y más compromisos sobre el futuro de la compañía”, afirmó.