Banco de Inglaterra contempla reducir tasas de interés, pero todavía no
Tal como hizo la Reserva Federal estadounidense, el Banco de Inglaterra contempla reducir las tasas de interés... pero todavía no.
El banco central del Reino Unido el jueves mantuvo su tasa de interés de referencia en 5,25%, su nivel más alto en 16 años, e indicó que los costos de préstamos probablemente han alcanzado su pico. Pero sostuvo que la inflación sigue siendo demasiado alta como para empezar a reducir las tasas.
Ha habido “buenas noticias” sobre la inflación en los últimos meses, dijo el gobernador del banco, Andrew Bailey, pero sigue siendo del 4%, el doble de la meta del banco.
“Debemos ver más pruebas de que la inflación está por bajar a la meta del 2% y permanecer ahí antes de que podamos bajar las tasas de interés”, dijo Bailey.
El funcionario se negó a conjeturar si el próximo movimiento en las tasas de interés sería ascendente o descendente, pero insinuó claramente que han alcanzado su pico.
“La pregunta clave ya no es cuán restrictivos debemos ser, sino por cuánto tiempo debemos mantener esta posición”, sostuvo.
Asimismo, el miércoles, la Fed mantuvo las tasas inmóviles, pero sorprendió a los mercados financieros con una cauta declaración de que “no prevé que sea apropiado” reducir próximamente las tasas.
La clave estará en movimiento de la inflación en los meses venideros. El Banco de Inglaterra pronostica que la inflación bajará a 2% entre abril y junio, unos 18 antes que los pronósticos anteriores, según proyecciones económicas publicadas junto con la decisión sobre las tasas.
Sin embargo, se prevé que empezará a aumentar “un poco” hacia el 3% a medida que los aumentos salariales superan los de los precios y aumentan los precios del petróleo.
Bailey también dijo que el banco vigila el impacto de las hostilidades en el Oriente Medio, aunque observó que los ataques a buques en el mar Rojo por los rebeldes hutíes de Yemen —ante los cuales muchas empresas han optado por desviar sus envíos hacia rutas más largas y costosas— han tenido un “impacto limitado” sobre los costos de la energía y otros precios al consumidor en Gran Bretaña.
Es un riesgo para toda Europa, ya que el mar Rojo es una ruta crucial para el comercio con Asia. El trastorno podría reforzar los picos de precios y con ello impedir la reducción de las tasas, aunque en los 20 países que usan la moneda euro la inflación bajó a 2,8% en enero.