El término ‘náuseas matutinas’ trivializa el sufrimiento de las mujeres embarazadas
Durante mis dos embarazos pasé meses sintiéndome muy mal, día y noche; la terminología actual induce a pensar que las náuseas del embarazo son una molestia menor
Las náuseas matutinas, en su forma más extrema, pueden poner en peligro la vida. Un nuevo estudio, en el que se encuestó a más de 5.000 mujeres que padecían hiperémesis gravídica, reveló que el 4,9% de las mujeres interrumpió un embarazo deseado (mientras que más de la mitad lo consideró) y el 25,5% pensó en el suicidio.
Incluso sin un diagnóstico de hiperémesis gravídica, las náuseas y los vómitos del embarazo pueden ser debilitantes y deprimentes. Durante mis dos embarazos pasé meses sintiéndome muy mal, día y noche. Cualquier movimiento, incluso darse la vuelta en la cama, podía desencadenar una oleada de arcadas. Me sentía constantemente mareada, como si estuviera en un barco, atrapada bajo cubierta, incapaz de encontrar el horizonte. La primera vez me aferré al colchón como si fuera una balsa salvavidas. La segunda vez tenía que cuidar a un niño pequeño, así que me arrastraba por la casa aferrándome a mi cuenco. Las náuseas me impedían trabajar, leer, escribir, cocinar o hacer cualquier cosa. Cuando salía de casa, llevaba bolsas para vómito y dulces de menta.
Pero, ¿sabes lo que agrava este sufrimiento? ¿Qué es lo que añade el insulto a la herida? Cuando la gente lo llama “náuseas matutinas”. La mayoría de las definiciones de “náuseas matutinas” reconocen que es un término equivocado. La definición del Oxford English Dictionary dice que es “un signo de embarazo que se produce en cualquier momento del día”. Para señalar un lenguaje roto, parafraseo a George Orwell: “La guerra es la paz. La libertad es la esclavitud. La mañana es cualquier momento del día”.
El año pasado, una investigación dirigida por la Universidad de Warwick confirmó que las náuseas del embarazo no eran un fenómeno matutino. Los investigadores analizaron los registros por hora que llevaban las mujeres al principio del embarazo. Los vómitos eran más frecuentes por la mañana, pero más del 13% de las participantes vomitaban a cualquier hora entre las 7 y las 22 horas. Las náuseas también alcanzaron su punto álgido por la mañana, pero era muy probable que se produjeran a lo largo del día, ya que más del 60% de las participantes las sufrieron en cualquier momento entre las 7 y las 22 horas.
El autor del estudio, el profesor Roger Gadsby, fundador de la organización benéfica Pregnancy Sickness Support, afirma que el término “náuseas matutinas” es “inexacto y engañoso”. Le gustaría que el público, los medios de comunicación y los profesionales sanitarios abandonaran el término. Las “náuseas matutinas” implican que cualquier persona que sufrir síntomas por la tarde es inusual, lo cual no es cierto.
Cada vez me frustraba más responder a mensajes bienintencionados en los que me preguntaban cómo me sentía. Cuando dije que había tenido un día miserable y que había vomitado la comida y la cena, un amigo me contestó: “Esas náuseas matutinas suenan más como a náuseas de todo el día”. Tuve que morderme la mano para no gritar: “Las náuseas matutinas duran todo el día”. No puedo culpar a mis amigos por tomar las palabras al pie de la letra. La terminología disminuye y trivializa el sufrimiento de las mujeres e induce a los que nos rodean a pensar que las náuseas del embarazo son un inconveniente menor que se limita a las mañanas.
¿Cuándo empezó la denominación errónea? Hay muy poca información sobre la etimología de las “náuseas matutinas”, pero no siempre han existido. La investigadora Rachael Russell descubrió que antes de la década de 1830 el nombre más utilizado era “náuseas y vómitos del embarazo” o “vómitos del embarazo”. El término “náuseas matutinas” parece haberse originado en las conferencias de especialistas de las décadas de 1830 y 1840 y era de uso común a mediados de siglo. ¿Por qué seguimos permitiendo que las mujeres sean sometidas a la manipulación psicológica (gaslighting) con un término de mediados del siglo XIX?
Otros países no tienen este problema. Por ejemplo, los franceses, suecos, españoles e italianos utilizan el término más genérico “náuseas del embarazo” o “enfermedad del embarazo”. Los rusos tienen su propia palabra médica que evoca el estado tóxico del embarazo. Ya es hora de que el Reino Unido siga su ejemplo.
Cientos de miles de mujeres estarán sufriendo en estos momentos la enfermedad del embarazo. Las que tienen la furia necesaria en sus vientres para arrasar con las “náuseas matutinas” tal vez no puedan leer este artículo. Es probable que estén en posición fetal, aislándose del mundo y deseando que pasen los días. Nuestras mejores activistas de esta idea están fuera de combate. Pero las mujeres no olvidan. Después de haber dado a luz a mi segundo hijo, me siento indescriptiblemente aliviada de volver a vivir sin náuseas. El bienestar se siente como un superpoder. Quiero utilizarlo para relegar las “náuseas matutinas” al basurero de la historia y conseguir que esta enfermedad se tome en serio. ¿Quién está conmigo?