Príncipe Harry pide a militares veteranos “apoyarse unos a otros” tras ascenso de talibanes en Afganistán
El duque de Sussex sirvió en el ejército británico durante 10 años y estuvo en Afganistán dos veces
El duque de Sussex ha emitido una declaración en la que anima a los veteranos militares a apoyarse mutuamente en medio de la toma de Afganistán por los talibanes.
El príncipe Harry, quien cumplió dos periodos de servicio en Afganistán y fundó el evento deportivo Invictus Games para ex militares heridos, emitió una declaración conjunta con Dominic Reid, director ejecutivo de los juegos.
Compartida en la cuenta de Twitter de Invictus Games Foundation, la declaración decía: “Lo que está sucediendo en Afganistán resuena en la comunidad internacional de Invictus.
“Muchas de las naciones participantes y competidores de la familia de Invictus Games están vinculados por una experiencia compartida de servicio en Afganistán durante las últimas dos décadas, y durante varios años, hemos competido junto al equipo de Invictus Games en Afganistán.
“Alentamos a todos en la red Invictus, y a la comunidad militar en general, a comunicarse y ofrecerse apoyo unos a otros”.
Harry participó en el ejército británico durante 10 años, convirtiéndose en el primer miembro de la realeza en más de 25 años en servir en una zona de guerra. En 2013, habló sobre su experiencia disparando contra insurgentes talibanes durante su tiempo como piloto de helicóptero del ejército en Afganistán.
Al año siguiente, fundó los Invictus Games, una competencia internacional para ex militares lesionados.
Harry dijo que los juegos tienen como objetivo aprovechar "el poder del deporte para inspirar la recuperación, apoyar la rehabilitación y generar una comprensión y un respeto más amplios para quienes sirven a su país".
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Los talibanes tomaron el control de la ciudad capital de Kabul el domingo, dos semanas antes de que Estados Unidos complete su retirada de tropas del país.
Miles de afganos están tratando de huir del país, y muchos temen la reimposición de la dura ley islámica en la que los talibanes confiaron cuando gobernaron Afganistán de 1996 a 2001.