Negocios británicos lidian con la realidad post-Brexit
Un mes después de que Gran Bretaña concretara su divorcio económico de la Unión Europea, los negocios que otrora realizaban sus actividades comerciales con libertad se están acostumbrando a frustrantes revisiones, retrasos y trámites burocráticos
Un mes después de que Gran Bretaña concretara su divorcio económico de la Unión Europea los negocios que otrora realizaban sus actividades comerciales con libertad se están acostumbrando a frustrantes revisiones, retrasos y trámites burocráticos.
Los exportadores británicos de carnes señalan que sus productos se han echado a perder en los camiones a la espera de las revisiones sanitarias europeas. Los pescadores escoceses han realizado protestas en el Parlamento por los productos que ya no podrán vender en el continente a causa de un nuevo y complejo papeleo.
La organización de fabricantes Make U.K. indicó el lunes que 60% de las compañías de manufactura han experimentado “considerables alteraciones” desde el 1 de enero.
El gobierno británico señaló que se trata de “problemas iniciales”, pero las compañías aseguran que están causando serias afectaciones.
“Un problema inicial es algo que eventualmente desaparecerá”, subrayó Alan Russell, quien opera la planta minorista Trees Online. Las nuevas normas de aduanas y las revisiones sanitarias lo han llevado a suspender los envíos a países de la Unión Europea y a Irlanda del Norte, que pese a formar parte del Reino Unido permanece en la órbita del bloque económico al compartir una frontera con Irlanda, país miembro de la UE.
“Se trata de 5 o 10% de mi negocio, que simplemente he perdido de la noche a la mañana”, lamentó Russell. “Estoy acostumbrado a un poco de impredecibilidad… Pero esta es sin duda la situación evento más severa e impredecible sobre la cual no puedo hacer nada”.
Gran Bretaña abandonó la UE políticamente hace un año, y salió del mercado único del bloque y la unión aduanera al finalizar 2020. Un tratado comercial posterior al Brexit entre Reino Unido y la UE implicaría que los productos aún podrían distribuirse sin aranceles ni cuotas, pero los negocios enfrentan nuevos gastos, papeleo y barreras.
Y si bien muchas empresas se prepararon lo mejor que pudieron, los detalles sobre las nuevas disposiciones no fueron establecidos hasta después de que el acuerdo comercial fue pactado el 24 de diciembre, aproximadamente una semana antes que entrara en vigor.