Coronavirus: Países Bajos impone nuevo confinamiento nacional
A partir del martes, todos los negocios no esenciales, escuelas y museos permanecerán cerrados por cinco semanas
El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, impuso el lunes una estricta cuarentena nacional de cinco semanas, señalando que escuelas, tiendas no esenciales, museos y gimnasios permanecerán cerradas hasta el 19 de enero.
“Tenemos que morder esta muy amarga manzana antes de que las cosas empiecen a mejorar”, dijo Rutte en un discurso televisado a la nación.
Mientras Rutte hablaba desde su oficina en La Haya, se escuchaba a manifestantes tocando silbatos en el exterior.
“La realidad es que esta no es una influenza inocente como creen algunas personas, como los manifestantes allá afuera”, mencionó Rutte. “Sino un virus que puede golpear a todos con fuerza”.
Desde el martes, todas las tiendas no esenciales permanecerán cerradas hasta el 19 de enero, junto con comercios como peluquerías, museos y cines. Todas las escuelas y universidades también tendrán que cambiar al aprendizaje remoto a partir del miércoles. Los centros de cuidado infantil estarán cerrados salvo para los hijos de trabajadores esenciales.
El gobierno también exhortó a la población a recibir a no más de dos invitados de más de 13 años al día, pero relajó ligeramente la regla del 24 al 26 de diciembre, diciendo que tres personas pueden visitar en esos días comúnmente festivos.
“Estamos conscientes como gabinete de lo intenso y drástico que son las medidas que implementamos hoy”, dijo Rutte. “Sobre todo tan cerca de la Navidad”.
Al filtrarse la noticia de la inminente cuarentena antes del discurso de Rutte, muchas personas dispuestas a aprovechar su última oportunidad para hacer compras navideñas salieron a los centros de las ciudades.
El lunes había personas formadas afuera de las tiendas, museos e incluso las cafeterías en las que se vende marihuana, en un intento por ganarle a la cuarentena.
“Por ahora es ridículo”, declaró Bart van der Wal, de la cafetería Tweede Kamer ubicada en un estrecho callejón cerca de los populares canales de Ámsterdam, en donde la fila de clientes daba la vuelta a la esquina. “Todos creen que las cafeterías van a cerrar mañana”.
Van der Wal dijo que esperaba que las cafeterías pudieran permanecer abiertas para ofrecer servicio para llevar “porque de otra forma la gente tendrá que traficar en las calles”.