Noveno coronel ruso muerto en Ucrania, mientras la invasión de Putin sigue fracasando
El coronel Alexander Bespalov -que dirigía el 59º Regimiento de Tanques de la Guardia- recibió un funeral en la ciudad central de Ozersk el viernes
Un noveno coronel ruso ha muerto en Ucrania, mientras las pérdidas de Vladimir Putin siguen acumulándose desde que lanzó su invasión en febrero.
El coronel Alexander Bespalov, que dirigía el 59º Regimiento de Tanques de la Guardia, recibió el viernes un funeral en la ciudad central de Ozersk.
No se han dado detalles sobre su muerte después de que se revelara en un mensaje, ahora borrado, en un foro local, pero el fallecimiento del comandante se suma a la muerte de otros ocho oficiales de alto rango en el conflicto.
Ucrania estima que otros 19.000 soldados rusos de base han sido asesinados, aunque la OTAN sitúa la cifra entre 7.000 y 15.000.
Para contextualizar, la Unión Soviética solo perdió cinco generales y 15.000 soldados durante diez años de lucha en Afganistán en la década de 1980.
Una foto de Bespalov mostraba que era un oficial muy condecorado, con dos filas de medallas en el pecho.
Tras el anuncio de su funeral, ahora borrado, se compartieron homenajes en “Overheard Novogorny”, un foro en línea con sede en la zona de Ozersk.
Uno de ellos, que pretendía ser de la hermana del coronel, Tatyana Karsakova, decía: “Es imposible expresar con palabras el dolor que se siente cuando se pierde a una persona cercana y querida. Querido hermano, siempre estarás vivo en nuestros corazones”.
Un compañero expresó: “No conocí ni conocí a una persona más digna y con derecho a llamarse oficial que mi primer comandante Alexander Bespalov, que se convirtió en mi amigo”.
El coronel es el noveno comandante que perece en lo que, según los expertos, es una muestra contundente de la torpe invasión de Moscú.
Se cree que varios de los nueve han sido eliminados tras acercarse a la línea del frente en un intento de reforzar la moral de los soldados, que se encontraron con una resistencia mucho más mortífera de lo que se les había advertido.
La capacidad de Ucrania para atacar a estos comandantes se debe a que el ejército invasor se ha visto obligado a utilizar canales de comunicación no codificados, lo que ha expuesto así su ubicación a la inteligencia occidental.
En relación con las enormes pérdidas de los atacantes, Oleksiy Arestovych, asesor del jefe de la administración presidencial ucraniana, declaró el viernes que el país había intentado devolver a Rusia los cuerpos de 3.000 soldados rasos al principio de la guerra, pero que Moscú se había negado.
Subrayó al Washington Post: “Nos contestaron: ‘No creemos en esas cantidades. No tenemos esa cantidad. No estamos dispuestos a aceptarlas’”.
Desde entonces, el Ministerio del Interior de Ucrania ha creado un sitio web y un canal de Telegram para que los rusos puedan buscar fotos de los muertos y prisioneros de guerra.