Dos soldados rusos muertos y 28 gravemente enfermos “tras recibir comida envenenada de civiles ucranianos”
Decenas de soldados se encuentran en cuidados intensivos y otros cientos han sido hospitalizados por intoxicación etílica
Dos soldados rusos han muerto y 28 están gravemente enfermos después de que civiles ucranianos les dieran pasteles envenenados, afirmó la agencia de inteligencia de Ucrania.
Los soldados de la 3ª División de Fusileros Motorizados de Rusia murieron inmediatamente después de comer la comida en Izium, Kharkiv, anunció el sábado la Dirección Principal de Inteligencia del país en un post de Facebook.
Otros 28 soldados se encuentran en cuidados intensivos tras la intoxicación, mientras que unos 500 más están hospitalizados por una fuerte intoxicación etílica, según el post.
Los funcionarios afirmaron que Rusia estaba dando por perdidas a las tropas como “pérdidas no relacionadas con el combate”.
La agencia señaló en el post: “Los ucranianos resisten a los ocupantes con todos los medios disponibles”.
“Según la información disponible, los residentes locales del distrito de Izium (región de Kharkiv) ‘agasajaron’ a los rusos de la 3ª División de Fusiles Motorizados de la Federación Rusa con pasteles envenenados”.
“Como resultado, dos ocupantes murieron al instante, otros 28 fueron llevados a la unidad de cuidados intensivos. Se está aclarando su estado actual”.
“Unos 500 militares más de la 3ª División de Fusileros Motorizados de la Federación Rusa están en los hospitales debido a una grave intoxicación por alcohol de origen desconocido”.
Las tropas rusas devolvieron el control de la central nuclear de Chernóbil a los ucranianos y abandonaron el jueves el lugar, fuertemente contaminado, después de que, al parecer, los soldados sufrieran una intoxicación por radiación.
La empresa nuclear estatal ucraniana Energoatom dijo que la retirada de Chernóbil se produjo después de que los soldados recibieran “dosis significativas” de radiación al cavar trincheras en el bosque de la zona de exclusión que rodea a la central cerrada, aunque no ha habido confirmación independiente al respecto.
El retiro sucedió en medio de las crecientes sospechas de que el Kremlin está utilizando el discurso de desescalada en Ucrania como cobertura mientras se reagrupa, reabastece sus fuerzas y las redespliega para una ofensiva intensificada en la parte oriental del país.
Se han encontrado fosas comunes con civiles atados y “agujeros de bala en la nuca” en las zonas donde las tropas rusas se están retirando, según el gobierno ucraniano.
El portavoz del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, reveló todo el horror descubierto en las ciudades cercanas a Kyiv mientras las fuerzas de Vladimir Putin abandonan sus intentos de conquistar la capital.
Las tropas ucranianas entraron el sábado en Bucha, una ciudad situada a 24 kilómetros (15 millas) al noroeste de la capital, donde al parecer encontraron al menos 20 hombres muertos tirados en la calle.
El alcalde de la ciudad señaló que habían enterrado a 280 personas en fosas comunes, mientras que algunos de los pocos civiles que se quedaron y sobrevivieron disfrutaron de su “primer pan en 38 días”.
Los lugareños comentaron que los muertos eran civiles que fueron asesinados por los soldados rusos que se marcharon sin provocación alguna.
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