Mandatarios de la UE buscan más fondos para Ucrania con apremio

Lorne Cook
Miércoles, 20 de marzo de 2024 11:34 EDT
UCRANIA-GUERRA UE
UCRANIA-GUERRA UE (AP)

La guerra en Ucrania está acentuando la sensación de apremio que reina en la Unión Europea.

Los mandatarios del bloque de 27 naciones se aprestan a reunirse el jueves, cuando las existencias de municiones de Kiev están peligrosamente bajas. Moscú tiene más tropas. Están bien aprovisionadas y logran avances lentos, aunque costosos, en el campo de batalla. El presidente ruso Vladímir Putin aparentemente está dispuesto a esperar hasta fines de año para ver si Donald Trump regresa a la Casa Blanca.

Pero aunque el presidente Joe Biden resulte reelegido, los jefes de la UE temen que el vuelco prolongado y lento de Washington hacia el extremo oriente —para concentrarse en la agresividad creciente de China¬— se acelere, dejando a Europa para ocuparse de su propia seguridad. Los esfuerzos de Biden para conseguir nuevos fondos para Ucrania están estancados en el Congreso.

Al mismo tiempo, la campaña entra en calor para las elecciones europeas de junio. La agrupación política más grande del Parlamento Europeo, el Partido Popular Europeo, de centroderecha, plantea la seguridad como problema principal. Se vuelve difícil separar la retórica de campaña de una verdadera inquietud por Ucrania.

“En el tercer año de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, enfrentamos un momento crucial. La urgencia, la intensidad y la determinación inquebrantable son imperativas”, escribió el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en una carta de invitación a jefes de Estado o gobierno a una cumbre de dos días en Bruselas.

Una de las prioridades es “el envío rápido de ayuda militar a Ucrania”, escribió Michel. Otra es reforzar las defensas de Europa. “Ahora que enfrentamos la mayor amenaza a la seguridad desde la Segunda Guerra Mundial, es hora de tomar medidas audaces y concretas para aprestar la defensa y colocar la economía de la UE ‘en pie de guerra’”, apuntó.

Es improbable que los 27 mandatarios acepten pasar a una economía de guerra que ayudaría a producir las armas y municiones requeridas. Hungría, el aliado más estrecho de Rusia en la UE, llama a la paz y se niega a armar a Ucrania.

Con todo, la conciencia de que la Rusia de Putin representaría una amenaza existencial si Ucrania cayera ha sido como un choque eléctrico para la mayor parte de Europa.

“Si el presidente ruso piensa que le basta tener paciencia en esta guerra para que se debilite nuestro apoyo, comete un error de cálculo”, dijo el canciller alemán Olaf Scholz el miércoles. “Rusia no es fuerte, no puede especular con que cederemos en nuestro apoyo. Lo daremos todo el tiempo que sea necesario”.

Entre algunos mandatarios crece el apoyo a la emisión común de bonos de defensa para financiar el gasto militar, tal como la UE recaudó para su fondo de recuperación de la pandemia.

Otros límites están siendo puestos a prueba. El presidente francés Emmanuel Macron se ha negado a excluir la posibilidad de enviar tropas occidentales a Ucrania, aunque reconoce que por el momento no hay consenso para ello.

La posición de Macron ha enfurecido a algunos, y Alemania la ha rechazado. Otros lo felicitaron por la “ambigüedad estratégica” de sus declaraciones: jamás reveles tus intenciones al adversario.

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